Hoy era un día hermoso, un solo soleado, con pájaros cantando, era un día perfecto para acosa- digo, para vigilar a su "protegido".
Ayer después de ver a Crowley entrar a su departamento, Aziraphale había decidido que si quería parecer un humano y no levantar sospechas, tenía que comportarse cómo un humano, así que con un breve milagro, logró que le dejaran rentar el departamento que se encontraba justo arriba del departamento de Crowley.
Aziraphale se dijo que si la primera impresión no fue buena, la segunda si lo sería.
Mientras tanto Crowley parecía no querer levantarse en todo el día, 10 AM y aún seguía en la cama, si no fuera por esa llamada...
- Maldita sea, ¿Es tan necesario?.- Crowley gruñó.
- Si, lo es, y si no vas, recuerda que sabemos dónde vives, y entonces no me molestará visitarte junto con otros amigos.- Dijo el sujeto al otro lado de la línea.
- Bien, iré.
Crowley colgó el teléfono, tomó su saco negro y salió a toda prisa del departamento, había un asunto que arreglar.
Crowley salió del lugar y se subió a su Bentley, claro que no se fijó que Aziraphale lo seguía en un taxi, Crowley estaba nervioso y no tenía tiempo para ello.
Crowley finalmente se detuvo en una bodega abandonada, y Aziraphale le indicó al chófer de taxi que lo dejara justo allí, unos metros más atrás del Bentley de Crowley.
Crowley entró al lugar, pero estaba completamente vacío, supuso que llegarían pronto así que sacó un cigarro y se puso a fumar.
En eso, la puerta del lugar se abrió, Crowley pensó que era su "jefe" así que tiró el cigarro y apagó con el zapato. Pero en cambio, por la puerta entró Aziraphale.
- ¿Hola?.- Dijo Aziraphale entrando.
- ¿Y tú qué mierda haces aquí?.- Crowley se sorprendió al ver al rubio.
- Oh... Bueno, te ví entrar y decidí saludarte.- Aziraphale mintió.
Aziraphale era un ángel, estaba obligado a solo decir la verdad, pero era mentira piadosa, por una buena causa.
- No, no, a otro perro con ese hueso.- Crowley empezó a caminar hacia Aziraphale, quién solo podía retroceder.
- Es la verdad, eh, bueno... Tal vez no sea toda la verdad.
Por lo bajo, sin que Crowley lo notara, Aziraphale chasqueó sus dedos, un pequeño milagro indetectable.
- ¿Me seguiste hasta aquí?.- Finalmente Crowley había acorralado a Aziraphale contra la pared, así que aprovechó para tomarlo de las solapas.
- No, no, venía a entregarte esto.- Aziraphale sacó de su bolsillo una cartera.
- ¿Qué es eso?
- Tú cartera, se te calló cuando te caíste en el parque.
- Claro, que no, tengo mi cartera justo aquí.
Crowley buscó desesperadamente los bolsillos de su pantalón, pero no encontró su cartera.
- Mierda.- Crowley se rindió en buscar.
- Te lo dije.- Aziraphale sonrió, su plan había salido a la perfección.
Crowley tomó de mala gana su cartera, y la guardó dentro del bolsillo de su pantalón.
- Se dice "Gracias".- Dijo Aziraphale.
- De nada.- Crowley sonrió de manera sarcástica.
- Necesitas aprender modales.
Aziraphale era un ángel de modales impecables y comportamiento totalmente blanco, claro, salvo por una que otro detallito.
- Bien, ahora lárgate.
Aziraphale estaba por inventar una escusa cuando la puerta del lugar se abrió.
- Mierda... Ya llegaron.- Dijo Crowley con un rostro claramente de preocupación.
- ¿Quién?
Un tipo de cabello y piel blanca, y otro moreno y robusto entraron al lugar.
- Hola Crowley.- Dijo el de pelo blanco.
- Hola Ligur.- Dijo Crowley entre dientes.
- ¿Quién es ese?.- Preguntó Hastur refiriéndose a Aziraphale.
- Oh, él...- Crowley buscaba a todo lugar una forma de explicar sobre Aziraphale.
- Hola, mucho gusto, soy Aziraphale.- Dijo Aziraphale dándole la mano a Hastur y a Ligur.
- Hola, mucho gusto.- Ligur correspondió al saludo.
- ¿Por qué está aquí?.- Dijo Hastur cortantemente.
- Oh, nos encontramos afuera, y no pude quitarmelo de encima.- Dijo Crowley.
- Oh, yo te ayudo con eso.- Ligur sacó una pistola y apuntó a Aziraphale.
- ¡No,no!.- Dijo Aziraphale alzando las manos.
- Esperen, idiotas.- Crowley se puso en medio de Hastur y Ligur.
- ¿Es tú novio?.- Preguntó Hastur burlándose
- Claro que no.- Negó Crowley.
- Bien, tus asuntos sentimentales realmente no nos interesan.- Dijo Ligur.
- Exacto, solo vinimos a entregar el "paquete".- Dijo Hastur.
- Bien, entonces denmenlo.
- ¿Enfrente de él?.- Cuestionó Ligur quien aún no bajaba la pistola.
- No dirá nada, de eso me encargaré yo.- Crowley lanzó una mirada seria hacía Aziraphale.
- Bien, toma entonces.- Hastur sacó una cajita de cartón y se la pasó a Crowley.
- Oh, y el jefe está molesto.- Dijo Ligur sonriendo.
- ¿Cuándo no?.- Murmuró Crowley por lo bajo, para que nadie lo escuchara, aunque Aziraphale si lo hizo.
(🥀)
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𝐿𝑜𝑠 𝑀𝑎𝑙𝑜𝑠 𝑁𝑜 𝑉𝑎𝑛 𝐴𝑙 𝐶𝑖𝑒𝑙𝑜
Фанфик- Oh, Crowley, permíteme.- Dijo Aziraphale tendiendole la mano para ayudarle. - ¡No quiero tú ayuda!.- Crowley golpeó la mano de Aziraphale. Crowley se levantó a cómo pudo y se sacudió la ropa, estaba tan enojado que no se percató de que el sujeto l...