Capitulo 19

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Crowley despertó y se encontró en un lugar totalmente distinto a dónde recordaba que estaba.

El piso era blanco y meticulosamente pulido a la perfección, y todo el resto del lugar era exactamente igual.

Lo último que Crowley recordaba era que estaba en la cocina de la que una vez fue su casa, recordaba a alguien junto a él, a alguien gritando e intentando apuñalarle, eso era todo lo que recordaba.

De repente se escuchó un grito, venía de una ventana dónde los rayos del sol entraban.

Se levantó y miró por la ventana.

Por la ventana pudo ver a un desconsolado Azirafel llorando mientras sostenía... ¿A él? Si, era su cuerpo, aunque el no estaba en el, y entonces comprendió en donde se encontraba.

- Aún puedo salvarle, lo hice una vez, y lo puedo hacer de nuevo.- Dijo Azirafel secándose las lágrimas.

Azirafel se encontraba renuente a aceptar que Crowley había muerto, nunca estaría dispuesto a dejar ir a Crowley.

- Azirafel... No creo que funcione está vez.- Dijo Gabriel.

- ¡Tú cállate! Todo esto es tu maldita culpa, tu culpa y la de ese estúpido demonio.- Dijo Azirafel dirigiendose a Beelzebúb.- ¿Por qué?

Beelzebúb solo guardó silencio.

Entonces Crowley comenzó a llorar, había dejado solo a su ángel, y no soportaba verle sufrir de esa forma, no podía hacer nada para calmarle, y eso le dolió.

- Azirafel... Perdón.

Crowley se sentó en el suelo, colocó sus rodillas a modo de que pudiera esconder su cara en ellas, para llorar.

- Perdón.- Se repetía una y otra vez.

De repente alguien se sentó a su lado, Crowley seguía con la cara escondida, pero sintió a alguien junto a él, pero no tenía interés, solo quería llorar.

- Mi niño... No llores.- Dijo la anciana que se había sentado junto a Crowley.

No era su Nana cómo pensó por un momento, su Nana estaba viva, no era posible que estuviera en el cielo junto a él, era Dios... O más bien, Diosita.

- ¿Cómo no voy a llorar? Míralo, está sufriendo y es por mi culpa.- Dijo Crowley entre llantos.

- No es tu culpa, ni la de él.- Dijo Diosita mientras retiraba las manos de Crowley que tapaban el rostro de este.

- Claro que si.- Dijo Crowley safandose del agarre de Diosita.

- Mi niño, tu siempre fuiste fuerte, y valiente, y ahora necesito que lo seas de nuevo.

- No puedo... Lo eh perdido, eh perdido a mi ángel, y solo quiero volver a estar con él.

- Por eso mismo, ¿Por qué crees que estoy aquí? Vengo a ayudarte.- Dijo Diosita poniéndose de pie y ofreciéndole su mano a Crowley para que también se pusiera de pie.

- ¿Vas a revivirme?

Crowley tomó la mano de Diosita y se paró, y juntos comenzaron a caminar por el lugar.

- Nunca fuí tu enemiga, cómo muchas veces llegaste a pensar.- Dijo Diosita elocuentemente.

Crowley se sonrojó de vergüenza, si lo había pensado más de una vez, de hecho desde la muerte de sus padres, pensó que alguien allá arriba debía de odiarle demasiado.

- Mi niño, te ayudaré para que vuelvas con Azirafel.- Dijo Diosita con una sonrisa.

Dios era alguien que amaba todo lo que había creado, los amaba por igual, y no importara cuántas veces estos le odiaran o insultaran, ella los amaba, los quería por qué eran más que solo sus creaciones, eran sus hijos, y por ello los cuidaba cómo a un tesoro, aunque muchas veces los humanos no se dieran cuenta de ello.

- ¿Cómo me ayudarás? Estoy muerto.- Dijo Crowley confundido.

- Crowley, tu eres un humano, con una vida que ha llegado a su fin, y Azirafel es un ángel, alguien que vivirá para siempre. Ahora que has muerto, yo debería decidir si vas al cielo o al infierno, pues bien, no irás a ninguno de esos dos, igual Azirafel.

Crowley le miró totalmente confundido, pero sin embargo escuchó con atención cada palabra.

- Serán inmortales, aunque no cómo un ángel o demonio, no podrán hacer ningún milagro, pero estarán juntos, por el tiempo que así lo deseen, y cuando se cansen de vivir.- Diosita hizo una pausa para sacar una campana del bolsillo de su túnica.- Solo toquen la campana.

- ¿Por qué nos cansariamos de vivir?

- Amo a mis hijos, pero no justifico sus acciones... La tierra ya no es cómo quería que fuera... Ni ellos lo son.

- Lo lamento.

- Deja de echarte la culpa, no todo es tu responsabilidad, así que no lo lamentes, y ve y disfruta tu vida con Azirafel, sé feliz mi niño.

Diosita le dió la campana, e hizo aparecer el elevador por el cual Crowley bajó hacia la tierra, cómo un ser inmortal.

Llegó en forma de rayo, justo enfrente de la casa de su infancia. Guardó la campana en el bolsillo de su saco, abrió temeroso la puerta, y respiró profundo, estaba listo para empezar su vida de nuevo, pero esta vez, a lado de la persona que más amaba.

(🥀)

Holis!!

Quería anunciar que el próximo cap que será el número 20, será el capítulo final de esta historia.

Además, quería enseñarles el hermoso baner qué hicieron para esta historia en la antología de fanfics :

Además, quería enseñarles el hermoso baner qué hicieron para esta historia en la antología de fanfics :

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¿Verdad qué está hermoso? 💕✨

En fin, goodbye!

Gracias por leer 💕✨

Se les quiere ✌️

(🥀)

𝐿𝑜𝑠 𝑀𝑎𝑙𝑜𝑠 𝑁𝑜 𝑉𝑎𝑛 𝐴𝑙 𝐶𝑖𝑒𝑙𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora