Capitulo 7

142 18 0
                                    

Las mejillas de Crowley se enrojecieron ante el inesperado apodo.

- Hola, Ángel.

Quería corresponder al apodo y no se le había ocurrido uno mejor. Anteriormente había usado el mismo apodo, aunque era más una burla, y hubieron comillas de por medio, pero ahora era diferente.

- Llegaste justo a tiempo.- Dijo Azirafel mientras veía el cielo.

- ¿A tiempo?.- Crowley revisó la hora en su teléfono.- No sé si has checado la hora pero es muy tarde. Me eh demorado bastante, casi una hora.

Azirafel sintió sin dejar de mirar hacia el cielo.

- Llegaste a tiempo para el atardecer.- Azirafel sonrió.

Posiblemente, Crowley pensó que era una linda sonrisa, además, el atardecer se veía reflejado en los azules ojos del ángel. Crowley podría jurar que sintió una extraña calidez en su pecho en ese instante, aunque no estaba seguro muy bien del por qué.

- Oh... Hace tiempo que no veía el atardecer.- Dijo Crowley quitándose las gafas para mirar también el atardecer.

- ¿Por qué? Es lo más hermoso que eh visto. La última vez que pude mirar el atardecer fue hace... ¿100 años? No recuerdo muy bien.

- ¿No te dejan salir del cielo?.- Crowley se sentó junto a Azirafel en la banca.- Aunque no sé muy bien cómo funciona eso.

Crowley aún desconfiaba de todo ese asunto de tener un ángel de la guarda a su lado, aunque justo en este momento, no pensaba en ello, más bien, en nada en concreto, no quería hacerlo.

Azirafel dejó de mirar el cielo para mirar a Crowley.

- Hice algo que no debía, desde entonces no me dejaron venir a la tierra, me enjuiciaron... Casi caigo al infierno.- Azirafel suspiró con tristeza.- Si no fuera por Gabriel... Ahorita sería un sucio demonio.

- ¿Qué tienen de malo los demonios?

Azirafel abrió los ojos de golpe.

- ¡¿Qué tienen de malo?! Por favor Crowley, son demonios aliados del "adversario" seres sin escrúpulos.

- Tal vez el infierno no sea tan malo.- Crowley puso sus brazos detrás de su cabeza a modo de almohada.

- ¡Crowley!, ¿Cómo puedes decir eso?.- Azirafel se escandalizó ante las palabras de Crowley.- ¡Soy tú ángel de la guarda! Al cielo le interesas. No puedes decir ese tipo de cosas.

- ¿Por qué le interesaría al cielo lo que hago o digo?

- ¡Por qué los malos no van al cielo! Me mandaron aquí a reformarte, para hacerte lo suficientemente bueno para ir al cielo cuando mueras.

- Oh...

Crowley cambió su semblante despreocupado a uno de nostalgia. En la mente de Crowley cruzó el recuerdo de todos aquellos que siempre le dijeron que no era lo suficientemente bueno, hasta su padre lo había hecho un par de veces antes de morir. Si, Crowley aceptado esa idea, el nunca sería lo suficientemente bueno... Estaba resignado a decepcionar a todos, pero ahora... No quería decepcionar a Azirafel.

- Crowley, yo te guiaré, tranquilo.- Azirafel puso su mano en el hombro de Crowley.- Haremos esto juntos...

- ¿Cómo un equipo?

- ¡Por supuesto! Un equipo de dos.

Pasaron 2 meses en los que Crowley y Azirafel no dejaron de verse ni un solo día. Bueno, si son vecinos, pero se reunían por las tardes para ir al estanque y darle de comer chícharos a los patos. Chícharos, por qué los patos no comen pan.

- Crowley, no deberías manejar tan rápido.- Sugirió Azirafel al ver qué otra vez excedían el límite de velocidad.

- Lo siento ángel, pero realmente necesito llevarte a tu departamento.

Azirafel en ese momento se sonrojó por completo, ¿A qué se refería Crowley con eso?

- Oh... ¿Ya te quieres deshacer tan rápido de mi?.- Bromeó Azirafel para controlar su evidente sonrojo en las mejillas.

- Claro qué no ángel. Es que... Tengo unos asuntos.

Asuntos : Participar en un asalto a un banco. Aunque cómo el chófer.

- ¿Algo ilícito?.- Preguntó Azirafel temiendo la respuesta.

- Puff. Claro qué no.- Mintió Crowley.

- ¿Entonces?

- Saldré con unos amigos.- Fue la primera escusa que se le ocurrió a Crowley.

- Oh.

Azirafel nunca había visto o oído que Crowley tuviera amigos, siempre estaba solo, incluso Azirafel pensó que él era su único amigo. Esto fue inesperado para el ángel.

Llegaron a los departamentos después de manejar largamente en un silencio realmente incómodo. Al principio Crowley hacia bromas o chistes para alegrar al ángel, pero este solo respondía de la manera más seria y cortante posible, por lo que Crowley decidió rendirse con ello después de unos intentos fallidos.

- Adiós ángel.- Dijo Crowley despiendose de Azirafel.

Azirafel solo se limitó a despedirse de él con un movimiento de su mano. Entonces Crowley pensó :

- De nuevo le eh fallado a alguien... A alguien importante.

(🥀)

𝐿𝑜𝑠 𝑀𝑎𝑙𝑜𝑠 𝑁𝑜 𝑉𝑎𝑛 𝐴𝑙 𝐶𝑖𝑒𝑙𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora