Capitulo 9: Un nuevo peligro

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Gale: Bueno, basta de cursilerías — dijo en tono bromista — Ahora lo que nos urge es planear una forma para acercarnos a la policía y obtener ese cristal.

Wade: Cierto! ¿Ya tienes alguna idea?

Gale: Por supuesto. Creo que puedo entrar al departamento de policías con el pretexto de que "yo sé" dónde están, obviamente les daré una direccion diferente — explicó.

Eva: Y así puedas pedir el cristal diciendo que quieres revisar la evidencia!

Gale: Exacto!

Chimo: Pero creo que habrá que reemplazarlo con algo parecido para que no sospechen — el joven fantasma comentó.

Wade: Ya sé! Talvez podamos tomar uno de los minerales del Lago, solo que sea más o menos similar al cristal.

Gale: Eso está bien, aunque hay un problema. El departamento no abre hasta mañana — dijo con desdicha — pero por ahora lo que hay que hacer es buscar el señuelo y que ustedes dos se sigan ocultando para que no les pase nada.

Chimo: En eso tiene razón, no podemos estar mucho tiempo afuera.

Wade: Entonces vámonos. Cuando encontremos el reemplazo yo te llamaré para que pases por el al departamento  — le decía a la mujer quien asintió con una sonrisa mientras él tomaba los disfraces para que los fantasmas se los volvieran a poner.

Eva: Okay, muchísimas gracias por tu ayuda Gale — expresó con mucha alegría — fue un placer conocerte.

Chimo: No sabe lo aliviados que nos sentimos ahora — dijo mientras se acercaba a Eva y tomaba su mano.

Gale: No hay de que, lo que sea por ayudar a una pareja tan linda a regresar a su hogar — ante esa frase los chicos se sonrojaron y se soltaron nerviosos.

Wade: Okey, hay que irnos ya antes de que se vaya el Wetro — decidió interrumpir para sacar a sus amigos de la situación; aunque el ya suponía que había algo entre ellos.

Los fantasmas se colocaron de nuevo su "camuflaje" y antes de salir Eva corrió a abrazar a Gale con simpatía como muestra de gratitud, la nube correspondió el abrazo y en su cara se dibujaba una sonrisa serena.

Eva: Gracias otra vez, adiós! — se separó del abrazo y fue con los chicos para salir de la oficina.

Gale: Adiós linda! — agito su mano despidiéndose — Que chica tan agradable!

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Aniceto y Evaristo caminaban entre las montañosas rocas hasta que llegaron al mismo bosque en el que los fantasmas iniciaron su camino para buscar de dónde provenía el sonido que escucharon hace rato.

Aniceto: Caray! Este caminito es demasiado cansado — decía mientras salía de entre los arbustos.

Evaristo: Ni que lo diga, ya me duelen mis patitas!

El misterioso sonido volvió a escucharse pero como si fuera un silbido.

Aniceto: Ese ruido!! Creo viene de por allá, por ahí deben estar los muchachos! — señaló hacia donde había mucha niebla y se escuchaba el ruido de las cascadas.

Evaristo: Pus' vamos!!!

Caminaron hasta la cascada y empezaron a llamar a los chicos para ver sí estaban ahí. Hasta que Aniceto percibió nuevamente el sonido tras de la cascada.

Aniceto: Ven Evaristo! Creo que hay algo raro allá — le indico al otro alebrije

Ambos se acercaban pero al parecer había escombros de piedra y entre ellos estaba la pieza que decía sobre lo del Cristal, el Alebrije mayor lo vió detenidamente y empezó a alterarse aún más. Evaristo se exaltó, pues ya sabía lo que era.

Aniceto: Ya viste esto!? Un cristal mágico que transporta a otros mundos distintos? Tal vez por eso no los encontramos en la zona del silencio!!! Podrían estar en problemas!

De repente todo empezó a temblar, el agua dejo de caer y de la cueva la cual estaba sellada por las grandes rocas por el anterior derrumbe, se escuchaba el mismo sonido. Al parecer estaba por colapsar.

Evaristo: YO CREO QUE MEJOR LE CORREMOS!!! ESA COSA VA A... — antes de que pudiera terminar todo explotó y se cubrió de una enorme cortina de polvo.

Cuando todo se desvaneció, lo que vieron los dejo helados.

Era una enorme criatura negra parecida a un dragón pero sin alas hecha de plasma, tenía unos largos brazos con grandes garras, cuatro ojos completamente blancos y de su boca salían unos pequeños pero filosos dientes. Se empezó a arrastrar como una serpiente por toda la zona como si buscará algo.

Evaristo y Aniceto se alejaron lo más que pudieron para que la bestia no los viera.

Aniceto: ¿QUE ES ESA COSA!!? — le pregunto a su compañero mientras lo jalaba de los brazos muy asustado.

Evaristo: Ay perece!!! Nomás no me jale tan gacho! — se aclaró la garganta para explicar — esa criatura es el guardian del cristal transportador! Osea, el que usted me mostró hace rato. Ese ser se encarga no solo de protegerlo, también de elegir quien puede o no usarlo. Y si cae en malas manos... Saldrá de su cueva furioso y dispuesto a acabar con la tierra en la que se encuentra y recuperar el objeto.

Aniceto: ¿QUE!!!?

Evaristo: Shhh no grite! — le tapó la boca.

Aniceto: ¿Cómo que no grite!? Mis muchachos están en un lugar desconocido sin saber que esa criatura llegará en cualquier momento para destruirlo si es que no recuperan ese cristal! — exclamó muy preocupado.

Evaristo: Tranquilo! Para impedirlo tendremos que ir a buscarlos para avisarles y derrotarlo todos juntos.

Aniceto: ¿Pero como llegaremos hasta ellos si no tenemos nosotros el dichoso Cristal?

Evaristo: Ay tengo una idea! Me se un ritual antiguo del Alebrije Sabio que funciona de la misma manera! Pero necesito el libro para hacerlo.

Aniceto: No llegaremos a tiempo!

Evaristo: Quien dice que iremos caminando — chasqueo los dedos y mágicamente apareció el gran libro, empezó a hojearlo buscando dicho ritual y por suerte fue rápido — aquí está!

Aniceto: Y que esperamos? Anda, suéltalo!

Evaristo leía en voz alta la oración que contenía palabras extrañas e inentendibles y diciendo los nombres de los fantasmas para que así funcionara.

Evaristo: ... Hacia Chimo Ahuactzin y Eva, quiero que me lleven!!!

Un aro de luz cubrió a ambos y tan pronto como apareció se desvanecieron. La criatura se alejaba del lugar siguiendo en su búsqueda y soltando un feroz rugido tan retumbante.

Ahora, ¿Que sucederá?






















Perdón si es corto pero es la falta de creatividad lo juro...

« ¿Otros Mundos? » (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora