Historias de mis pesadillas y sus asesinos

Soy flores

Martes 5 de diciembre, 2023.
Para mi, un día en el futuro, quizá pronto. Espero que no.
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Soy las flores sobre mi escritorio, aquellas que hicieron felíz y alegraron los días, aquellas que con la luz se vieron más vivas, y esas que de colores hicieron sentir.
Soy las flores dentro de las hojas, las que pusieron al centro y entre un libro pesado para secarlas con la esperanza de colocarlas dentro de un cuaderno de poemas; también soy las letras que volaron dentro de la cabeza de la persona que lo pensó.
Soy la tinta negra que adorna un cuaderno desde hace 10 años, y también soy las cadenas, las flores y la sangre que le componen.
Soy las flores marchitas y secas que siguen dando color dentro de poemas tristes, amargos, peligrosos ante el ojo depresivo y las manos de un huracán.
Soy las lágrimas que hoy he derramado, soy la mano temblorosa y las mejillas rojas llenas de celos. Soy la mesquinidad que se disfraza de paz, y soy el corazón taquicardico que se siente no saber amar.
Soy las flores sobre mi escritorio, marchitas y llenas de moho, que se caen a pedacitos y terminarán pronto en el piso. Soy las flores que se guardaron en el cuaderno hace una semana, y ahora lo han arruinado. Soy esas mismas flores que ahora están dentro del cesto de basura, aquellas que pensé durarían años en las manos de un poeta y terminarán descomponiéndose como cualquier otro ser vivo hará.
Soy las flores dentro de las hojas que adornan poemas escritos en tinta negra, aquellas que recogí de otro jardín y que conocen bien cómo termina la misma historia.
Una y otra vez, y otra, y una vez y otra.
Soy las palabras que usaron para escribir
"No quiero volverme a sentir así"
Y soy, de nuevo, el sentimiento en el pecho que me grita que mi más grande deseo es morir.
Soy yo, la mano que cortó las flores y las guardó en el cuaderno, soy quien pegó con cinta la cadena y con resistol los pétalos, soy tinta, soy sangre, soy palabras, soy emociones, pero sobre todo sigo siendo el llanto que derramé desde la primera vez que escribí aquí, en el cuaderno de poemas.
Sigo siendo la misma persona,
Tú has cambiado de rostro y de nombre, pero sigues haciéndome daño una y otra vez, y una más, y más, y otra vez y una más.
Soy flores.
Mañana pétalos dentro de un diario.
En muerte desechadas.
Y en las páginas una mancha putrefacta que arruina las palabras.
Soy flores.
Estoy muriendo.
Mañana dejaré de ser colores.