Reflexión: Mi nombre es y yo soy

51 3 0
                                    

Jueves 4 de Abril, 2019.

Hoy es el día después a cuando me rompieron el corazón. Esta se la dedico a todo aquel que quiera leerlo, y que se encuentre dentro de mis palabras.

Mi nombre es, y yo soy, aquello que he decidido ser y que seguiré moldeando.

___________________________________

Durante estos 22 años me he lastimado demasiado, he tomado las peores desiciones, he lastimado a gente que quiero y, desde un inicio, habia estado aterrorizada.
Pero llegué a un punto donde el camino se dividía en dos: de un lado podía seguir por la misma ruta, cada vez un poco más angosta, obscura y aterradora, pero conocida; o podía cambiar de rumbo, a una que me daba aún más miedo.
Una de las mejores desiciones de mi vida fue tomar esa otra ruta, en donde mueres de miedo porque đe repente estás sentada frente a un completo desconocido, contándole tu vida, o, más bien, llorandosela.
Y este desconocido te va a decir cosas que duelen y vas a jurar jamás jamás aceptarlas como verdades, pero le vas a dar la oportunidad, porque por algo estás ahí. Y no te das cuenta, pero en la consulta siguiente ya no lloraste.
Hace unos meses tomé la desición de buscar ayuda con un psicólogo, y fue la mejor desición en mucho tiempo. Porque te das cuenta de que la gente que siempre señalaste como los culpables no lo son, o no del todo, y no son tan malos. Y tu vida se rige por tus desiciones, y que una de ellas es cómo eliges sentirte. Y que tu, tampoco, ni eres perfecto ni eres un monstruo.
Y aunque al principio no notes ni un sólo cambio, llegará el día en que por fin te atrevas a mirar a tu alrededor y descubras que bajo tus pies hay pequeñas flores.
He llegado a este punto en el que estoy agradecida por todo, absolutamente todo. Hasta por los días malos que no son tan malos, como los que le siguen y si lo son. Porque dejas de esperar a que alguien sienta lástima por ti y te ayude a levantarte, y entonces lo haces tu sola. Lo haces tu misma. Te levantas, sacudes tus ropas, limpias las lágrimas y paras la sangre, y sigues andando. Que la vida sigue y no se va a detener por nadie.
He llegado a este punto en el que me doy cuenta de cuánto he cambiado, de cuánto más sonrío, de cuánto menos miedo tengo. Las cosas malas no se van a ir y van a seguir apareciendo, pero después de 100 batallas con 99 derrotas, vas a saber que sí es posible ganarlas.
Estoy agradecida con cada persona que me he topado en la vida. Estoy agradecida por su compañía, buenos y malos momentos. Está bien sentirse mal, está bien sentirse bien. Y cuando algo no parece funcionar, no es que estés roto, no eres un objeto como para que lo estés. Sólo necesitas trabajar con lo que no está funcionando.
Y ahora, llegando al final de mi reflexión, quiero decirle a cualquiera que se encuentre caminando por un camino conocido, pero aterrador, que buscar ayuda está bien. Es normal. Que no hagas caso cuando te digan que no sirve, que estás bien. La importancia radica en saber que no lo estás, y desear estarlo.
Hacer algo para estarlo.

Historias de mis pesadillas y sus asesinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora