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Pac... Pac... Pac...

Su pies tamborileaba contra el suelo. Mientras que sus orbes oscuras buscaban entre la multitud a la persona que lleva esperando durante casi media hora. Indignante. Está situación para él es indignante. ¡La irresponsabilidad de Gumer no tiene límite! Claramente escribió en el mensaje: media hora, pero esa cabellera negra no se acerca por ningún lado.

¿Con qué excusa podría salir el hijo mayor de los Freecs? De seguro con que un perro lo salió persiguiendo, o talvez con que tuvo que detener a un ladrón que le robó a una señora. ¿O algo más atrevido? Que se detuvo a charlar con una señorita cualquiera, es que si llega a ser eso. ¡Gumer no volverá a ver la luz del sol!

'Es que si mamá y papá no me hubieran obligado... No estaría sufriendo estás humillaciones.' apretó el puente de su nariz, aguantando con todo su autocontrol no emanar sus ansias de golpear a alguien.

... Cuando se molesta, tiende a dejar salir la herencia de su madre t/n.

Su móvil vibró, sintiendo algo de pánico cuando notó que era un número desconocido. ¿Quién podría ser? No tiene idea, él no es de los que hace amigos a diario y les regala su número tan fácilmente. Así que la probabilidad de que sea un "amigo" es muy improbable.

Simplemente cortó la llamada y bloqueó el número, no tiene porqué contestar llamadas de desconocidos.
Eso es lo que siempre le dice mamá t/n, siendo secundada por su papá Kite.

Guardó el móvil y nuevamente se cruzó de brazos, buscando con algo de molestia a su primo... El que no se va salvar de su ira, eso es seguro y él puede atestiguar contra Gon si llega a dejarlo muy grave.

— ¡Kadett!

Tremendo grito resonó por cada lugar del centro, dónde todos se giraron para voltear a ver al dueño de esa voz y quién es el causante de tremendo espectáculo. Kadett, por unos momentos quiso desaparecer cuando un grupo de chicas lo voltearon a ver y comenzaron a cuchichear sobre su apariencia.

... ¿Podrían callarse? A él, claramente no le interesa ser objeto de atención. Apuntando mentalmente no volver a ir a lugares que sean muy concurridos.

Volviendo al irresponsable Gumer.

Jadeaba delante de él mientras se recargaba sobre sus rodillas, observando como el tamborileo persistía con más fuerza. Tragó grueso, parece que ahora sí lo hizo enfadar. Sonrió nervioso cuando Kadett le miraba con acusación, con los brazos cruzados y un leve ceño fruncido.

... Esto se sintió como un dejavu.

— Finalmente llegas. — lo acusó.

Gumer se rascó la parte posterior de la cabeza, tratando de no hacer contacto visual con el albino delante de él. Obviamente está nervioso, quizás porque es la primera vez que su primo le invita a salir. ¿Qué si fue forzado? Cree fervientemente en que es una posibilidad, y que t/n tiene algo que ver.

En cuestión de minutos, tomo valor para alzar la mirada.

— Sucedieron cosas... — desvió la mirada muy avergonzado.

Kadett alzó una ceja.

— ¿Vas a decirme o voy adivinar?

... El silencio se hizo, pero pronto una respuesta salió de la boca del menor. Gumer tenía una sonrisa pícara en su rostro, lo cual era señal de que sería entretenido lo que sea que fuera a contarle.

Pero nada salió, y simplemente fue arrastrado a una tienda de batidos por el pelinegro quien parecía muy emocionado. Eso debe ser una buena señal, ¿Verdad? Gumer no reacciona de forma tan positiva cuando le sucede algo malo o que no puede manejar, por eso él comprende que es algo digno de celebrar.

El regalo [Hisogon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora