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¿Ocurrió algo que no me han dicho?

Gon se cruzó de brazos con el ceño fruncido. Sus castaños ojos les hacen un reclamo silencio a Gumer y Gaon, ellos dos están sentados delante de su padre.
Hisoka está en la habitación, interrogando por separado a Soka, ya que así es más probable que su hijo suelte la sopa.

Eso solo es tener consideración, la verdadera razón por la que los separó fue que posiblemente, Gaon se lance sobre él acusándolo de chismoso y puede que terminen jalandose los pelos como cuando las niñas pelean.

— ¿Piensan que puede ocultarme cosas a mí?

Los hermanos se estremecieron. El tono que Gon empleo para decir eso fue tosco, claramente el tono que usa cuando está enfadado con ellos.

Simplemente me quedé con Hisoka medio día, y ellos regresan como si les hubieran cambiado el software.

(N/a: Esa necesidad de hacer chistes informáticos.)

Haciendo referencia a que actúan diferente a como normalmente lo hacen, distanciándose, ignorandose - por parte de Gaon - y actuando como si el otro no existiera aún cuando duermen en la misma habitación. Es lo único que molesta a su padre.

Que lo traten como un ignorante que no se da cuenta de nada.

Gon sonrió, liberando un poco su aura para suprimir a sus hijos, ignorando los jadeos ahogados de ambos ante la tremenda presión que les impide incluso respirar.

... Gon está realmente molesto.

— ¿Van a decirme o tengo que sacar los trapos al sol?

Inclinándose hacia delante, los niños pudieron divisar la mini sonrisa perversa que sacaba su padre cuando estaba planeando hacer algo contra ellos. Y por experiencia, puede creer que no sea nada bueno. La última vez los envío debajo de una cascada para que pudieran canalizar su aura aún con su mente distraída, es obvio que con ese último castigo (ellos tan solo tenian 8 años cuando los castigo) aprendieron a no provocar a su papá.

Sin embargo, está vez. Su mirada destella un brillo peligroso, aún más peligroso que en ese entonces. Ellos podía decir incluso esa vez tuvo consideración por su edad, y en la actualidad, con su cuerpo con más resistencia...

... No tienen idea de lo que puede ser capaz.

Gumer suspiró.

— Si me preguntas a mí, no tengo idea.

Gon lo observó y no encontró ni apice de mentira, ahora sus castaños ojos se posaron en su hijo menor, Gaon no habló.

Su padre sonrió.

— Si no hablas, tendré que llamar a Biscuit para que te dé un entrenamiento especial.

Biscuit, el nombre que promete sufrimiento. Ambos niños se estremecieron monstruosamente, sintiendo escalofríos y miedo.

Bastó para que el pelirrojo soltará la sopa, mientras veía a su papá con ojos llorosos. Gumer quiso tocar su mano, pero lo único que recibió fué una manotada del menor.

Gumer se quedó aturdido. ¿Qué diablos?

— ¡Aniki me esta engañando papá! — el pelirrojo se lanzó a los brazos de su padre.

Gon miró al mayor, con las palabras en la cara: ¿De qué está hablando? Y varios signos de interrogación flotaban a su alrededor.

Gumer negó alzando los hombros, con las palabras escritas en la cara igual que su padre: No tengo idea, ¿Estará en sus días?

El regalo [Hisogon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora