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El gran día había llegado, tocando las puertas con una gran ola de emoción palpable. Los involucrados en la festividad estaban arriba desde que sonó la alarma a las 5:40 AM con toda la actitud positiva que su emoción les permitió expresar.

Todos, menos un pelirrojo que está hecho bolita en la cama, actitud irrazonable según las palabras de su propio hijo.

— No tengo más opción que asistir… En calzones…

Murmuró ocultando su rostro entre sus rodillas, ignorando el bufido que soltó el pequeño peli rosado. El cual se sentó a la orilla de la cama, pinchando la cabeza de su padre con cierta gracia en sus ojos azules.

Toc, toc.

Tocaron la puerta, y como si fuera magia. Soka observó cómo en un abrir y cerrar de ojos el mago se había sentado en la cama, al lado del chiquito para parecer que estaba esperando esa visita. Como si segundos antes no estuviera teniendo una crisis existencial por su vestuario.

La puerta se abrió, dejando ver a Illumi con una caja negra en sus brazos. Cerró la puerta y se acercó al mago, entregando la caja en manos del otro mientras suspiraba algo agotado.

— Nunca esperé ser tu padrino. — inclinó la cabeza pensativo — Eso lo envío Gon.

Su delgado y refinando dedo índice señaló la caja en las manos del novio, desviando su mirada al niño al lado del pelirrojo. Sonrió un poco, mirando a Soka en silencio.

— ¿Sabes que es? — Hisoka lo miró con el ceño fruncido.

Illumi puso los ojos en blanco.

— Si no lo quieres, vótalo y ya. — miró nuevamente a Soka.

Morrow ignoró las miradas sobre su hijo, y toda su atención se fijó en la caja negra.

Mejor muerto antes que votar algo que me de mi fruto. – apretó los bordes de la tapa mientras lo abría.

Illumi y Soka se inclinaron para ver qué es lo que había dentro. El pelinegro se notó levemente asombrado mientras que el único menor se sintió muy encantado, siendo el único que reaccionó con más emoción que el propio novio...

... Quién aún sigue en shock.

— ¡Esto es increíble, papá! — agarró con cuidado el saco morado oscuro, con los bordados, con el reloj de bolsa colgado de un lado en el cuál se veía un pequeño conejo blanco.

Finalmente, el novio salió de su trance. Tomando el traje en sus manos con cuidado, como si fuera algo fácil de romper. Sus orbes doradas brillando de emoción, sonrió observando los detalles mientras que sus dedos se deslizaban sobre ellos, sintiendo el bordado con las yemas...

¿No qué este traje estaba reservado para otro novio? ¿Osea que ella no sabía que él era el novio? ¿O todo esto fue una obra de Gon para que no lo comprara?

No, Gon no haría eso. Mucho menos dejar un traje tan magnífico como ese solo para hacerlo sentir mal, así que uniendo esos puntos, la respuesta es la segunda pregunta que formuló en su mente.

Ella no sabía que este traje era para . – no controló sus facciones, sonriendo de una forma escalofriante

Se detuvo en el sombrero, mirando en su interior, cerca del borde con una letras bordadas en dorado. Habían unas letras, unas muy bonitas letras...

“El mago ensombrerado: Hisoka."

Quizás no tanto, pero se sentía bien saber que su nombre está en el accesorio de forma permanente, y que todo el que lo viese sabrá que es de él.

El regalo [Hisogon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora