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Dos horas despues, Soka estaba totalmente incomodo parado al lado de Leo mientras que una pareja... No deseada les miraba fijamente, como si fueran las cosas más interesantes del planeta.

"Por favor, alguien que me saque de aquí." Soka lloraba a sus adentros.

Machi y Chrollo estan parados delante de él, mientras que Gon e Hisoka estaba detras de él. Y eso es lo unico que le calma los nervios en este preciso momento, y tambien se pregunta. ¿¡Donde demonios se meten los gemelos cuando los necesita!?  Necesita un heroe que lo rescate de esa situacion incomoda.

Hisoka puso una mano en el hombro de Soka.

— ¿Quieres ir a jugar con los mellizos? 

Sus ojos azules chocaron con lo dorados de su padre, el chico asintio torpemente para despues salir corriendo por las escaleras para ir a la sala de juego donde estan todos los menores reunidos - incluido Kelan - donde esta jugando con Killua para matar el rato y recuperar el tiempo en el que estuvieron distanciados.

... El pequeño niño de once años casi lloro en los brazos de su padre cuando lo vio entrar por la puerta principal de la mansion, y donde Illumi se lanzo a sus brazos tambien, con la perfecta excusa de que Kelan lo jaló .

Ahora solo quedaron, Machi, Chrollo, Leo, Gon e Hisoka. El último, por supuesto. Abrazando a Gon de la cintura mientras le da sonrisa altiva a la pelirosada que solamente desea cortarlo con sus hilos. El cuarto de ellos, acariciaba el cabello de Leo mientras lo veía tensó delante de Chrollo.

— ¿Por qué mejor no vas con tus padres a la sala médica? — lo dijo dulcemente, viendo cómo asentía mientras caminaba hacia la salida.

Y sus ojos castaños se posaron en los oscuros de Chrollo.

— ¿Él es el adoptado? — pregunto mientras alzaba una ceja.

Gon alzó una ceja también, con un rostro de pocos amigos. Y es que, ¿A quien demonios se le ocurre preguntar eso? Gon trató de ignorar eso, también trató de ignorar el hecho de que su mago está aguantando la risa mientras muerde su hombro, y él mismo trata de aguantarse las ganas de darle un codazo para que se comporte.

Unos pasos se escucharon de la escalera, y se pudo ver a Leorio con una sonrisa. Chrollo fijó sus ojos en él, mientras que le indicaba a una criada ordenar la sala médica disponible en la habitación 26, dónde usualmente enseñaba a Leo a usar y manejar su Nen para potenciar y acelerar la curación a voluntad.

— Lo es, pero sigue siendo mi hijo.

Gon observó como el líder de la brigada fantasma tragaba grueso y sin poder evitarlo entrecerró los ojos.

¿Sospechoso? Si y mucho.

También pudo observar la mirada celosa que le daba machi a su buen amigo, Leorio. ¿Por qué ella tendría que verlo de esa forma? Ella y él no tienen ningún contacto, es bastante obvio. Pero. Si leé el ambiente y al líder de las arañas...

... Creo que huele a triangulo amoroso.

Pero, para mala suerte del líder. Leorio ya está casado y con tres hermosos niños haciendo estragos en toda su mansión. En su cálido hogar.

— No quise decirlo así.

— Oh, pero lo dijiste así. — atacó Leorio con una sonrisa — No me molesta, él es mi más grande orgullo. Uno de los cuatro, contando a mi esposo.

Gon observo a Chrollo tensarse.

Y en un futuro también serás el mío. — Hisoka susurró en el oído del pelinegro.

El regalo [Hisogon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora