28. Te descubrí

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Como nunca, me había despertado sola, mi cabeza no paraba de imaginar o más bien asegurar que la bestia esa me estaba engañando, no sentí ni cuando llego, ni cuando se fue.

Mi panza pedía comida así que me levante a tomar desayuno, me encontré una sorpresa en la cocina💗

Me había preparado un desayuno, que por cierto tenía una nota, ¿Como lo hizo sin meter bulla? Ni idea

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Me había preparado un desayuno, que por cierto tenía una nota, ¿Como lo hizo sin meter bulla? Ni idea

"Perdón por llegar tarde ayer,
tendré un día muy ocupado así que salí temprano, te dejo esta sorpresa,
disfruta tu día.
Te ama tu bestia🤍"

La nota escrita a mano estaba sobre una giftcard  para un salón de spa "Día de relajación"

Si si si, muy tierno y todo, pero ¿Será que se siente culpable?

El timbre comenzó a sonar con insistencia así que fui corriendo pensando en que podría ser el, pero me decepcioné al abrir, era Maya.

-Hellou ¿Mi embarazada favorita está lista para un día de spa? -Dijo llena de emoción

-¿Demian te a llamado?

-¿Quien más Arlet? Seré la encargada de que lo pases bien hoy

-Estás loca Maya, ni idea de donde tienes tanta energía-Dije sentándome en la barra de la cocina a comer el desayuno.

-¿Por que tan apagada amiga?¿es el bebé? ¿ te sientes mal? - Me lleno de preguntas, recordándome por que estaba tan triste, mis ojos se llenaron de lágrimas antes de contarle mis sospechas.

-Estoy segura que ese idiota me está engañando ¿Estoy muy gorda? ¿O quizás ya no quiere un bebé?

-Ay amiga, no lo creo, mira, vamos a relajarnos hoy, tomemos el regalo del boxeador y en la noche hablas con el

-Si, hagamos eso, ¿Tu crees que tenga a alguien?

-No te preocupes más, le hará mal a la princesa, ya podrás hacerle todas las preguntas a el.

-Esta bien, ya vámonos

Al llegar al centro de la ciudad fue fácil dar con la dirección, el spa estaba en una calle concurrida, era precioso, pero eso no fue lo que llamo mi atención.

Te descubrí, idiota

Mi corazón no paraba de latir tan rápido, ahí estaba mi novio, padre de mi hija, con otra mujer en plena calle, lo seguí en cuanto se movió con ella, entrando en ese lindo restaurante.

¡Sorpresa!

Ahí estaba Mi bestia, delante de la familia y los chicos, con letras iluminadas detrás, de rodillas con un anillo de matrimonio en sus manos.

¿Te quieres casar conmigo mi amuleto?

Viviendo con la bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora