Capitulo Catorce

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El rubio comenzó a repartir suaves besos en el cuello de la mujer, cortando de inmediato la risa de esta, y calentando poco a poco cada célula de su cuerpo, la arquera cerro sus ojos disfrutando al máximo las caricias repartidas por Sanji. El peliverde estaba sentado en la cama levemente inclinado hacia atrás, con sus manos apoyadas en el colchón para darse soporte, en esa posición era aun mas notoria su erección, el rubio mientras deslizaba su lengua por el cuello de Mizuki, tenia fija su mirada en su próxima presa, al mismo tiempo que sus hábiles manos quitan la ropa de la peliblanca, Zoro le regalo una media sonrisa al cocinero al darse cuenta en dos sus ojos estaban posados, así que de manera lenta paso su mano por el bulto entre sus pierna, acariciándose por sobre la tela.

- Mierda - Siseo Sanji, cerca del oído de la mujer -

Esta abrió sus ojos levemente para encontrarse a Zoro masturbándose mientras los veía fijamente, lamio sus labios deseosa de poder probar nuevamente al peliverde, y con lentitud y suavidad comenzó a acariciar sus pechos para darle un mejor espectáculo al hombre frente a ellos, cuando Sanji tomo la pretina de su pantalón fue que recordó su condición, tomo las manos del rubio y las llevo hasta sus senos para que el continuara con el masaje.

- Estoy en mis días, hoy solo seré espectadora - Beso la mejilla del cocinero -

- No me importa.

- A mí tampoco - La continúo desvistiendo Sanji -

-Son unos sucios - Volvió a cerrar sus ojos, derrotada con facilidad -

Sentía la dureza del rubio en su espalda, volvió a tocarse ella misma, para continuar con el espectáculo para Zoro, le gustaba saber que el hecho de verlos a ella y a Sanji juntos lograba excitarlo demasiado, camino junto con el hombre tras ella, para ubicarse entre las piernas del espadachin quien al tenerla frente a el la tomo con ambas manos por la cintura y comenzó a repartir besos desde el final de sus pechos hasta el borde de su tanga.

- Zoro - Tomo el pelo del hombre y lo obligo a mirarla -

- Mmm - Paso la lengua por sus labios, saboreando el sabor de su piel -

- ¿No crees que tienen mucha ropa? - Metió su pulgar en la boca del peliverde -

Mordió su dedo sonriendo, tomo las manos de la mujer y de un solo movimiento la arrodillo frente a el, tomo su pene y golpeo su mejilla para luego ofrecercelo a su boca, ella lo acepto gustosa, tomándolo entre sus propias manos, el peliverde aprovecho para quitarse la polera, la cual tiro a alguna parte de la habitación y observo al rubio frente a el.

- Ya escuchaste a tu princesa, quítate a ropa - Le ordeno con voz ronca -

El cocinero trago pesado mientras comenzaba a desvestirse sin dejar de mirar como la peliblanca tomaba el miembro de zoro en su boca con expertis, el peliverde había tomado su cabello en un puño y estaba guiando cada vez mas profundo en su garganta, conectaron sus miradas cuando el rubio comenzó a masturbarse frente a ellos.

El cocinero tomo la mano de su hombre, que estaba agarrando el pelo de la arquera e intercambiaron, ahora era él quien tenia el control sobre la peliblanca, con suavidad la guio hasta su propio pene para que esta vez lo tomara a él. El espadachín aprovecho la instancia para terminar por quitarse la ropa y acomodarse en la cama, quedo sentado en esta con la espalda apoyada en el respaldo. Continúo bombeando con sus propias manos su miembro mientras veía como la mujer saboreaba entretenida el pene del rubio.

Sanji soltó el cabello de Mizuki para ubicar ambas manos a los costados de su cabeza, meneo su cadera en un vaivén suave y profundo, le gustaba sentir en la punta de su pene la campanilla de ella, como su lengua húmeda lo rodeaba y jugaba con su base, cerro sus ojos cuando esta ingreso uno de sus dedos a su culo, aun era un poco extraño que ella fuera quien lo prepara para recibir a Zoro, pero su mente estaba nublada como para profundizar en lo que sentía mas allá del placer, afianzo aun mas el cabello de la arquera cuando un segundo dedo se colo en él, esta doble estimulación lo estaba llevando al limite con rapidez, y aun la peliblanca tenia manos pequeñas y finas, estaba haciendo un excelente trabajo penetrándolo con sus dedos, cuando el tercer dedo ingreso y ella succiono con fuerza su pene, el empujo hasta el fondo de su garganta su miembro y lleno por completo la boca de la mujer con su semen.

D O S - Zoro x OC x SanjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora