D O S - Zoro x OC x Sanji

Extra

- Qué piensas, cocinero-kun? – La pelinegra estaba sentada en la barra de la cocina tomando te –

- ¿Prometes no reírte Robin-chwan? – Dejó de lado la mezcla que estaba batiendo y se centró en su compañera –

- Haré lo que pueda – Soltó con solemnidad mientras juntaba sus manos bajo su barbilla para observarlo atentamente –

- Antes de que todo se vuelva un caos – Medito un par de minutos si decirlo en voz alta o no, Robin espero pacientemente – Quiero casarme con ellos – Escupió sonrojado, escondiendo su rostro tras las palmas de sus manos – Si muero quiero que sea bajo el apellido de ellos, y no Vinsmoke.

- Sería mejor si ganaras bajo el apellido de tus esposos – Asintió comprendiendo – Es entendible.

- ¿No crees que es infantil? – La miró apenado a través de los dedos de sus manos –

- Creo que es adorable – Sonrió suavemente –

- ¿De qué hablan? – Entró a la cocina Nami con la pequeña Sora durmiendo en sus brazos –

- El cocinero-kun quiere casarse con la arquera-san y el espadachín-kun.

- ¡Robin-Chwan! – Grito avergonzado –

- ¿Queee? – Grito al mismo tiempo sorprendida –

Él bebe entre sus brazos se removió molesta, frunciendo su ceño mientras sus largas pestañas se batían debatiendo si abrir sus ojos o no, finalmente despertó con una mirada molesta en sus iris celestes, tanto Sanji y Nami se miraron entre sí, culpándose mutuamente por despertar a la criatura, Robin le paso su mano y esta tomó su dedo sin perder la molestia en su pequeño rostro.

- Podrá tener el color de tu pelo y ojos, pero su actitud es completamente igual a la del estúpido – Murmuro la colorina –

- Nami-Swan le estas diciendo estúpida a mi hija también – La regañó suavemente –

- Claramente los tres deben haber sacado la inteligencia de su madre – Le sacó la lengua – Espero – Acaricio el cabello de la bebe – Lamento despertarte Sora-chin.

La bebe la miró seria y giró su cabeza despreciándola con un mohín en sus labios estiró sus brazos a Robin, quien no dudo en tomarla entre sus brazos, la colorina quedo con la boca abierta ante tal desprecio y se sentó aun en shock junto a su amiga.

- ¿Cómo un ser tan pequeño, puede ser tan rencoroso? - Acepto el jugo de mandarina que Sanji le estaba ofreciendo -

- Mizuki podrá parecer un algodón de azúcar, pero es una mujer muy rencorosa - Retomo la mezcla que previamente estaba batiendo -

- Entonces ¿Quieres proponerles matrimonio al parcito? - Tomo de su jugo mirando con picardía al rubio -

- Si - Respondió sonrojado -

- ¿Y has pensado cuándo casarse?

- No, ni siquiera sé si aceptarán la propuesta - Transpaso la mezcla a un molde para luego llevarlo al horno -

- Sanji-kun - Lo llamo la colorina - Es obvia su respuesta ¿Cierto, amiga?

- Claramente - Sonrió Robin - Ambos dirán que si - Sora lanzó una pequeña risita, al jugar con el largo cabello de la arqueóloga -

- ¿Lo ves? Hasta tu hija lo cree - Le pasó el cabello de Robin por la nariz, logrando  que parara de sonreír y la mirara con frialdad - Eres una bebé muy rencorosa - Le susurro dejándola en paz -

- ¿Ustedes lo creen? - Comenzó a picar unas cuantas frutas -

- Por su puesto, Sanji-kun ellos darían la vida por ti, Mizuki-chin ya lo demostró y hubieses visto a Zoro, el pobre estaba devastado, nunca lo había visto así.