Capítulo Once

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Salió de la bañera para caminar lenta y sensualmente hasta ellos, sonrió al notar al rubio tragar duro, paro enfrente de ellos y se arrodilló con la piernas levemente abiertas para poder tocarse a ella misma, con su mano libre quitó la toalla que estorbaba y tomo el pene de Sanji, lamió la punta quitando la gota de semen que ya estaba escurriendo de este, lo observo por debajo de sus pestañas, sabía que lo volvía loco esa mirada inocente y sumisa, paso su lengua por el largo hasta su base, dónde beso y lamió sus pelotas, con cada gemido de él más húmeda se ponía sus fluidos escurrían por sus dedos desde su entrada, el peliverde agarro su pelo en una cola con una sola mano para obligarla a tomar todo el pene del rubio en su boca, sus ojos comenzaron a lagrimear al mismo tiempo que desde su boca salian ruidos ahogados y húmedos, a pesar de eso, siguio obligandola a mover su cabeza para que el miembro de Sanji penetrara su boca hasta el fondo de su garganta, la alejo bruscamente y está vez introdujo su pene en su boca, cerro sus ojos cuando lo sintió tocar fondo, lo rodeo con su lengua y el agarre de su pelo se hizo más fuerte, succionó con fuerza al momento en que se retiró de su boca, golpeó su mejilla con su enorme miembro y ella abrió sus ojos para observarlos con deseo.

Ladeó su rostro buscando lamer el pene del peliverde sin dejar de verlos, pasó lentamente su lengua por la cabeza de este, jugo con su glande y volvió a la punta para rodearlo con su lengua mientras lo succionaba, la obligó nuevamente a tomarlo con fuerza, ella simplemente se dejó penetrar por él, a pesar de sentir que su garganta no daría más, lo recibió gustosa y húmeda, mientras aumentaba el movimiento de sus dedos en su clítoris, el espadachín salió de su boca y la guió hasta el pene de Sanji para que la tomara de la misma forma, y de esa manera entre los dos la hicieron chupar sus miembros intercambiando de tanto en tanto el puesto para llenar su boca. Sintió el dulce sabor del rubio al mismo tiempo que tomaba su cabeza con ambas manos y la presionaba contra él para llegar lo más lejos dentro de ella.

- Sanji - Lo llamo ronca al segundo que la liberó, mientras saboreaba su semen -

- Ninfa - Lloriqueo a punto de venirse otra vez, de solo verla hacer eso - 

- Arrodíllate a mi lado.

El rubio no dudó y acató su orden de inmediato, Zoro los miro  con una media sonrisa, tomó su pene y lo paso por la boca de ambos, ella saco su lengua lo más que pudo para que esté la acariciara con su punta jugosa, el cocinero la imitó, y el peliverde apretó su mandíbula excitado, estaba al límite y ellos lo ponían peor, agarró del pelo al rubio y se empujó dentro de su boca, él sabía perfectamente como le gustaba que se la chupara, era un amante hábil con la boca, la peliblanca se unió a él pasando su lengua por sus pelotas y muslos. El rubio introdujo dos de sus dedos de la mano derecha a la vagina de la mujer para ayudarla a correrse, ella compartió el pene de Zoro junto con Sanji como si se trataré de una paleta, y lo mojo con su saliva moviendo su lengua desde la base a la punta, mezclándose con la del rubio de vez en cuando, ella cerró sus ojos al recibir su orgasmo, el peliverde la tomó del pelo y acabo en la cara de ambos, dejándolos cubiertos de su semen.

- Era necesario acabar en nuestras caras marimo - Se quejo el rubio limpiándose con la toalla junto a él -

- Yo necesitaba un facial - Comentó juguetona la peliblanca mientras tomaba un poco del semen de su cara con sus dedos y lo lamía mirando al espadachín - Gracias Zoro.

- Eres una pervertida - Sonrió - Hiciste sangrar al cocinero - Apuntó al rubio, quien se estaba subiendo la nariz con la toalla ya enrojecida -

- Sanji - Salto ella preocupada, tomo la toalla con su mano y lo ayudó a detener la hemorragia - 

- Eres tan hermosa ninfa - Limpio el rostro de ella con otra toalla - No deberías tener esto en tu cara.

-A mí me gusta todo de ustedes Sanji, quiero recibir cada cosa que tengan para darme - Beso sus labios - ¿A ti no te gusta todo de nosotros?

- S-si - Tartamudeo levemente - 

-Entonces ¿Quieres recibir a Zoro? - Mordió su oreja con suavidad - 

- Mmm - Murmuró apenas -

- Lo tomaré como un sí - Soltó el peliverde -

Tomo las caderas del rubio y lo obligó a recostarse en el piso, abrió sus piernas y enterró su rostro en su culo, lamiendo y mordiendo alrededor, uso dos de sus dedos para introducirse en él y así prepararlo para recibir su pene, estaba completamente duro, escuchar los gemidos del rubio lo volvían loco, quería mucho más, lo penetraria ahora mismo si fuese posible, pero eso significaría lastimar al cocinero y no lo haría jamás.

- Sanji ¿Te ayudo a ser más silencioso?

Ella estaba arrodillada cerca de su cabeza, él la observó mordiéndose los labios para retener los gemidos que querían escapar de él, le asintió en respuesta a la arquera y espero paciente a qué se acercará a besarlo, pero en vez de eso, ella se levantó y se sentó sobre su rostro, trago duro entendiendo de inmediato lo que ella quería, la mujer se estiró sobre su abdomen y alcanzó su pene con sus manos para después llevárselo a su boca, Sanji aprovechó esa postura donde la entrada de la mujer estaba completamente expuesta para él, y comenzó a devorarla con ansia al mismo tiempo que ella se lo chupaba de manera lenta y húmeda. Tanto Zoro como Mizuki se estaban mirando fijamente mientras se comían al rubio, eso los encendía aún más, se tomaron su tiempo para darle un lento placer al rubio. Zoro dejó de preparar al rubio y se acomodo entre sus piernas para poder alinear su pene contra su entrada, ella miró atentamente como se enterraba en el rubio aún con el miembro del cocinero en la boca, lo sintió agrandarse aún más, así que lo sacó de su boca, lo tomo con su mano y cubrió la punta con su pulgar.

- Aún no te puedes correr Sanji - Se volteo completamente sobre él para enfrentarlo - Quiero que lo hagas dentro mío, así que aguanta hasta que me venga - Le sonrió traviesa -

No espero respuesta del rubio, dudaba que pudiera hilar alguna respuesta decente, estaba mordiendo su muñeca para no gemir con fuerza, Zoro lo estaba penetrando con estocadas profundas y pausadas, guió el pene del cocinero hasta su entrada y lo metió dentro de ella, se inclinó para acercarse a su rostro, quitó la mano de su boca y lo beso, al mismo tiempo que comenzaba a moverse sobre él.

Sintió la pesada mano del peliverde sobre su culo, el nalgazo sonó fuerte por la habitación, y en vez de parar a enfrentalo apretó con fuerza su interior y se movió en círculos sobre el rubio, para tentar aún más a Zoro, este entendiendo la señal volvió a palmear su trasero, el rubio guió sus manos a sus pechos y los masajeo con paciencia, estaba perdiendo la cabeza entre tanto estímulo, el inminente orgasmo estaba burbujeando en la parte baja de su vientre.

El espadachín la tomo del cabello y la acercó hasta él, dejándola sentada sobre el rubio, en esa posición podía sentirlo aún más profundo en ella, podía incluso verlo golpear dentro de su vientre, Zoro paso su brazo por su cuello para ahorcarla ligeramente mientras la besaba con pasión, el cocinero apretó aquella parte de su abdomen donde sobresalía el bulto de su pene. Ella cerró sus ojos tratando de retener las lágrimas que comenzaron a escapar de ella al recibir el fuerte orgasmo, Sanji se liberó dentro de ella a los segundos después, y Zoro arremetió con más fuerza tratando de alcanzarlos pronto.

Cuando al fin el espadachin la soltó, cayó cansada sobre el pecho de Sanji, tendría que lavarse nuevamente, y como si hubiese leído su mente, el rubio se sentó,  abrazandola con fuerza, se levantó con ella, la llevo en brazos hasta la bañera y juntos entraron al agua,  lavo su cabello mientras Zoro enjabonaba su cuerpo con una delicadeza impropia de él, ella simplemente se dejó mimar por sus hombres, había quedado extremadamente cansada después del sexo.

- Van a empezar a sospechar de nosotros si seguimos así - Comentó el rubio sentado fuera de la bañera frente a Mizuki mientras secaba delicadamente su cabello con una toalla -

- Mmm - Se quejó ella con los ojos cerrados, relajada con el masaje de Sanji en su cabeza -

- Ella es la que no se controla, últimamente está más necesitada de lo normal - Se quejo el espadachín secando el cabello del cocinero -

- Estoy ovulando - Se defendió sin abrir sus ojos - Además, no te he oído quejándote.

- Por qué me ponen caliente - Se encogió de hombros -

- Eres un cavernícola - Rodó sus ojos el rubio -

- Y te encanta - Sonrió complacido de lograr sonrojar al rubio -

D O S - Zoro x OC x SanjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora