Agnes. 6°

🔥CAPITULO 5🔥

SIN EDITAR.

Dos días después…

🥵<<{Nathan}>>🥵

Otro día de universidad llega con nosotros entrando por ella, los alumnos y profesores se encuentran agolpados en los corredores por razones desconocidas y todos se están empujando para ver quién llega primero a…

No sé exactamente dónde.

Nolan: ¿Mataste a alguien y dejaste el cuerpo aquí?

Nathan: Si ella hubiera hecho eso estarían corriendo no intentando ver.

Murmura un es verdad mientras como siempre se mete algo a la boca, no entiendo aún como no tiene caries o dientes amarillos, está constantemente comiendo porquerías y nosotros dos comemos también, pero no a la medida de él, el come por los tres.

Y quizá por toda la familia, menos por papá Daryl, mamá y el tío Calder, ellos comen igual o más que él.

Agnes: ¿Nos vamos? Me molesta estar entre toda esta gente.

Es verdad, a ella le gusta estar rodeada de personas, pero no que se apretujen a ella, aunque nadie llega a tocarla porque estamos nosotros a sus lados.

Marco: ¡Chicos!

Nuestro amigo levanta la mano detrás de aproximadamente quince cuerpos y empieza a empujarlos para pasar, muchos se alejan cuando lo ven, porque no solo el rumor de que es gay circula sino también de que se contagió una enfermedad, una estupidez creada por las dos mujeres que molestaron a mi hermana.

Pero son más estúpidos los que se alejan, si la tuviera igual no la contagia al tacto, idiotas.

Llega hasta nosotros un poco agitado por tener que empujar tantos cuerpos, pero con una sonrisa en el rostro, hacía tiempo que no se veía tan feliz.

Desde que sus padres aparecieron aquí delante de toda la universidad para reafirmar que es un “marica” y que está desheredado de lo que sea que los imbéciles tuvieran.

Mis padres los habrían matado y adoptado a Marco.

Nolan: Amigo ¿Por qué tanta gente?

Marco: ¿Vamos al piso de arriba? Se que a la princesita no le gusta estar apretujada.

Agnes: Vamos, pero para tu información, si me gusta, solo que no de desconocidos, no me quejo cuando duermo entre ellos.

Le guiña un ojo y nuestro amigo se enrojece automáticamente, parece tan inocente, nadie creería que le gusta azotar y ahorcar.

La princesa empieza a empujar cuerpos para poder llegar a la escalera.

Agnes: Joder muévanse ni que estuviera el puto presidente.

Para sorpresa de nadie la voz de mi hermana se escuchó por todo lo alto haciendo jadear a algunos, nos colocamos a sus lados cuando el mundo de gente de abre para dejar pasar al director y a otro hombre, se ve de unos años más grande que nosotros, pelinegro con ojos del mismo color, tatuajes sobresalen hacia su mano del traje que lleva puesto, las mujeres suspiran cuando pasa por sus lado, pero lo ignora y continúa hacía nosotros.

Adrian: Señorita Becker, espéreme en mi oficina para que hablemos de lo que acaba de decir.

Claramente mi hermana no aceptaría este regaño, se cruza de brazos mirando al director.

Agnes: No sabía que tener libertad de expresión iba contra las reglas.

Adrian: Insultar a un invitado de la universidad lo es.

Marco: Insultó al presidente si nos ponemos técnicos, ¿Eres el presidente?

Adrian: Marco, guarda silencio por favor.

Agnes: No lo hará.

Se pone frente al director mirándolo a los ojos.

…: Podemos calmarnos todos, no me ofendió lo que dijo, tampoco entiendo por qué hay tanta gente aquí cuando es obvio que se viene a estudiar.

Dicho eso todos corren a sus clases, incluso los profesores que estaban parloteando por saber quién era, las profesoras y alumnas cuchicheando mientras mienten diciendo que las miro, que una de ellas se lo llevará a la cama y a saber cuántas estupideces más.

No parecía nada interesado en todas las mujeres que revelaron el escote mientras pasaba.

Agnes: Al menos es alguien coherente —se gira hacia nosotros— vamos la profesora ya dejó de babear y tengo que entregar el trabajo.

Adrian: Señorita Becker.

Agnes: Señor Acker.

¿Podré unirme a su guerra de miradas? No creo, no se ve muy entretenida igual.

Nolan: ¿Se van a besar o a matar?

Toso escondiendo mi risa cuando los ojos del director se abren mirando a mi hermano.

…: ¿No está mal visto que el director ande con una alumna?

La pregunta del hombre salió entre dientes mientras aprieta su mandíbula, su mirada enrojecida no abandona al director.

Nathan: ¿Y a usted qué? Ambos son adultos.

Agnes: A no, ni se te ocurra decir que puede subirme las notas, porque todo me lo ganó gracias a mi propio esfuerzo.

…: Nunca diría eso, pero es lo que pensaran señorita…

Agnes: Eduarda.

La risa me abandona en fuertes y limpias carcajadas que se unen a las de mi hermano, nuestro amigo se tapa la boca para no reírse mientras el director niega con la cabeza y el hombre no ha dejado de mirar a mi hermana con acusación.

Sospechoso.

Marco: Se llama Agnes —pasa su brazo sobre el hombro de ella y la atrae a su cuerpo para abrazarla como le gusta hacer— disculpé la broma y el insulto, generalmente no es así, ¿Ya podemos irnos a clase? Tiene un trabajo importante que entregar, probablemente el más importante de su carrera.

Nolan: Y se nos hace tarde para el desfile de la tarde.

Agnes: Mierda.

Adrian: ¿Generalmente no es así eh?

Marco: Puedo asegurarte que no se la pasa insultando a la gente o al presidente.

…: ¿Y te basas en qué condición? ¿Novio, amigo, conocido? ¿Hermano?

Mmm, la forma en que dice la última parte como si quisiera que esa fuera la opción que elija es… rara, la vio hace unos minutos y ya la anda celando.

En fin, es el efecto Agnes, una vez que sus ojos se posan en los tuyos estás perdido, te puede consumir el alma con solo una morada y te puede revivir con una sonrisa.

Nolan: Novio.

Todos giramos la cabeza hacia él que no está prestando atención sino que está escarbando en el fondo de su paquete de papitas.

Seguramente no sabe ni lo que dijo y ni se entera que le acaba de cavar la tumba a nuestro amigo por las miradas que el director y el hombre desconocido le dan a Marco.

Genial, tendremos que llevarlo a la casa o dudo que aparezca vivo mañana.