Capítulo 4 - A sus órdenes

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A la mañana siguiente estábamos desayunando como siempre que podíamos, en familia. Acostumbrábamos a hacerlo juntos porque era el único momento que solíamos coincidir todos y podíamos aprovechar para ponernos al día.

Los turnos en el restaurante eran bastante impredecibles y con el trabajo de mi padre tampoco se podían hacer muchos planes.

L: me echó de la cocina, te parece justo? - le estaba contando a mi madre lo que había ocurrido en el turno de cenas de la noche anterior

S: si, claro que si cariño.. - le estaba dando toda la razón a Ainhoa y yo no podía creer que hasta mi madre estuviera de su parte - te dije que tu fiesta no tenía que afectar al trabajo, y fue justo lo que pasó

L: se pasó conmigo, mamá..esa tía solo da órdenes y es insoportable.. cómo no voy a cortarme si nos tiene de los nervios? - la tostada no tenía la culpa de mi enfado pero lo estaba pagando con ella mientras me untaba la mermelada - no la soporto, me dejó en evidencia delante de todos

S: es justamente su trabajo, Luz. Dirigir y ordenar en la cocina - seguía en sus trece y yo veía que esta conversación no iba a llegar a nada

J: buenos días familia! - entró mi padre terminando de abrocharse el chaleco - Qué os pasa? - nos preguntó al ver nuestras caras

Mi padre se acercó y me dio un beso en la cabeza para luego dirigirse a mi madre y mi hermano y hacer lo mismo con ellos.

Desde que me había levantado había intentado hablar con mi madre de la situación de ayer en el servicio de cenas, explicarle lo que había pasado, pero muy a mi pesar, mi madre le daba la razón en todo a la nueva chef.

Jon: yo te lo resumo, Luz está picada porque la nueva jefa le ha quitado el puesto y mamá la está picando aún más dandole la razón a Ainhoa - mi hermano no había abierto la boca hasta ahora y se había limitado a mirarnos como si fuese un partido de tenis - quien ganará? Lo veremos después de la publicidad!

L: que tonto eres Jon. No es eso! - le repliqué para que mi padre no se pusiera también de su lado

Jon: joe que no - hizo ese gesto tan suyo de llevar más razón que un santo

Mi hermano era un poco insoportable a veces. Le quería como al que más pero cuando se ponía repelente no había quien le aguantase.

L: lo que yo digo es que nos metió mucha presión para ser el primer día y encima me echó de la cocina después de cortarme. Solo fue un incidente y podía haber continuado perfectamente después de curarme

J: cómo que te echó? - mi padre todavía intentaba entender todo lo ocurrido

S: pues porque tu hija ayer estaba de resaquita. Apareció tarde y con unas ojeras que no veas y se hizo un corte mientras cortaba las zanahorias, retrasando más la salida de los platos, que por cierto me han chivado ya iban tarde antes de que pasara eso

L: buff no puedo más con esta conversación, me voy.. - dije mientras cogía mi chaqueta y mi bolso - encima me cita a las 10 para otra charlita de las suyas. Seguro que se ha pasado la noche pensando en la bronca que va a echarme

S: acuérdate que cenamos en casa de la abuela hoy, vale? - oí mientras salía ya por la puerta

L: vale pero yo no se si podré ir, tengo turno de cena

J: hasta luego hija

Me dirigí hasta el restaurante dando un paseo. No vivimos lejos del hotel y me vendría bien despejar un poco las ideas. Hoy al menos llevaba mejor cara y para ser sinceros me había venido muy bien dormir más horas de las que había asumido que dormiría en el caso de haber hecho el turno completo.

Desde aquella nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora