Capítulo 6 - El concurso II

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A: que no, que no. Es muy arriesgado Luz - iba detrás de Ainhoa sugiriéndole un cambio que se me había ocurrido esa misma noche para la hamburguesa

El concurso empezaba esta tarde y por supuesto que la Ainhoa estricta y rigurosa en su trabajo se estaba negando a experimentar con hacer el cambio a última hora sin tener margen para volver atrás.

L: pero por qué? - insistí - Podemos probarlo, todavía estamos a tiempo

A: pues porque llevamos toda la semana practicando con esta receta tal cual, si cambiamos ahora podemos cargarnos el plato

L: pero es que creo que le daría un toque diferente. Además, arriesgarse es vivir, no? - una vez había leído esa frase Mr. Wonderfull en algún sitio y ahí se la lancé - porfa - le puse morritos - estoy segura de que va a funcionar

A: está bien - suspiró dándose por vencida - te dejo que hagas la prueba con una - levantó el dedo amenazante - y después decidimos. No podemos arriesgarnos y que luego nos falten ingredientes

L: gracias Chef! No te vas a arrepentir, ya verás. Las setas confitadas van a quedar genial - me fui contenta hacia la cocina para preparar la prueba que iba a dejarla con la boca abierta

Hoy era el día del concurso, quedaban unas horas y teníamos el tiempo justo para preparar todo y montar toda la cocina dentro del footruck.

Sin embargo, esa noche había estado bastante tiempo despierta y no había podido dormir mucho con los nervios de pensar que todo tenía que salir a la perfección. Ainhoa era exigente consigo misma y con el equipo, y no iba a permitir que nada saliera mal y dejase al hotel en mala posición.

Además, me iba a pasar dos días con mi jefa en un espacio más bien reducido, y no sé porque pero eso me había puesto más nerviosa aún cada vez que lo pensaba.

Entre sueño y sueño se me había ocurrido algún cambio en el plato, y esta mañana según había llegado a la cocina se lo había propuesto a Ainhoa como mejora. Aunque ya contaba con su negativa pero le había insistido hasta salirme con la mia y hacer al menos una prueba de ello para convencerla del todo.

Yo sabía que ella era muy estricta con las pruebas de los platos y que una vez cerrado no se la jugaba a hacer cambios de última hora, pero había conseguido convencerla al menos de probar que tal podía quedar y eso para mi ya había sido una victoria.

El concurso consistía en tener abiertas durante todo el fin de semana varias foodtrucks que venían de todos los pueblos de alrededor, entre ellos de Coscojales, y eso era lo que más molestaba a Arturo, que se había encargado de ponernos más nerviosas aún diciéndonos que daba igual el puesto en el que quedásemos pero que no podía ser por debajo de ellos.

Durante el fin de semana habría musica y algunos eventos para todos los públicos.
En la plaza habían instalado también una urna donde la gente iría depositando sus votaciones sobre las hamburguesas que fuesen probando.

Cada establecimiento que participaba teníamos un palillo con una bandera asignada, por lo que al final del fin de semana harían el recuento de todas las banderitas y las que más hubiera en la urna sería el ganador.

Estaba en el vestuario cambiándome la camiseta. El día sería largo así que mejor ir cómoda para aguantar todas las horas que nos quedaban por trabajar. La puerta se abrió de repente y yo instintivamente me fui a tapar con la camiseta que tenía entre manos sin fijarme aún en quien había entrado.

A: ay perdona Luz. No sabía que estabas aquí - se tapó los ojos con una mano y se dio la vuelta con vergüenza

L: ah eres tu, pasa. No pasa nada hombre - con naturalidad me destapé de nuevo y seguí cambiándome de ropa

Desde aquella nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora