Capítulo 11 - Acercamiento o alejamiento

283 26 3
                                    

Estaba a punto de salir de la habitación cuando Ainhoa había hablado haciendo que me detuviera. Me paré en seco al oír sus palabras para intentar procesar lo que había dicho.

L: co..como dices? - mi voz salió entrecortada

A: pasa y hablamos, si quieres - me invitó a volver a entrar dentro de la habitación haciendo un gesto con el brazo - tampoco es cuestión de que se entere todo el hotel

L: no estoy entendiendo nada Ainhoa..

Me senté en el borde de la cama todavía en shock y ella se posicionó delante mio de pie con su gesto tan característico abrazándose sus propios brazos, mientras se mordisqueaba la uña del dedo gordo.

A: ya.. normal.. - se la notaba nerviosa - no sé muy bien por donde empezar

L: pues por el principio a ser posible - le di pie a continuar

A: si.. vale.. pues.. a ver, resumiendo mucho toda la historia. La relación con mis padres no es que sea muy buena precisamente. Hace mucho tiempo que ellos hacen su vida y yo la mía y en ningún momento interferimos unos en la de otros. Tampoco es que nos llevemos mal, pero hablamos de vez en cuando y apenas sé que hacen en su día a día. De hecho no sabían ni que estaba viviendo en Vera hasta que hablé ayer por la noche con ellos.. - se notaba que le estaba costando hablar - me llamó mi madre para decirme que mi padre está muy mal. El médico le ha dicho que le queda poco tiempo y quiere que vaya con ellos para estar todos juntos durante el tiempo que le quede

L: joder Ainhoa.. cuanto lo siento - me puse de pie para estar a la misma altura que ella. Al menos lo que mi estatura me permitía

A: tengo una sensación un poco rara desde anoche.. - su cara se tornó triste - siento que tengo que estar allí con ellos pero por otro lado me molesta tener que dejar mi vida por alguien que hace tiempo que no se preocupa de mi. Es injusto ahora que me encuentro agusto en Vera

L: cuanto.. cuanto tiempo le queda? - pregunté con miedo, no sabía bien como dirigir la conversación

A: no lo saben. Pueden ser unos días o meses - se sentó abatida en el borde de la cama - por eso tengo que irme

L: Ainhoa yo creo que podemos intentar solucionarlo de alguna otra forma - estaba asimilando lo que me acababa de contar pero seguro que podíamos buscar alguna solución - hablamos con mi madre y seguro que... - me volví a sentar esta vez a su lado

A: no Luz. No te he contado todo esto para darte pena ni para que hables con ella - me miró a los ojos y continuó - es solo que.. no quería que te quedases con la impresión de que huyo de la situación de ayer y acabes odiándome

L: pufff está bien. Yo no sé muy bien que decirte, Ainhoa - cogí una de sus manos entre las mías acariciándosela con cariño - tú cómo estás?

A: ni yo misma lo sé.. me ha pillado un poco por sorpresa y.. no sé, toda esta situación es un poco extraña - agachó su cabeza mirando al suelo - mi tren sale en tres horas...

L: no quiero ser pesada pero yo de verdad que puedo hablar con mi madre, lo va a entender seguro y quizás puedas irte el tiempo que necesites y luego volver, o puedes dirigirnos desde allí, eso sería una buena idea, no? - intenté proponerle alguna solución a la desesperada

A: si, puedo hacer teletrabajo jajaja - al menos había servido para que se riera

L: bueno.. podemos poner un iPad en la cocina para que te veamos y nos das órdenes por ahí - le dije con esperanza de que lo pensara - será como tenerte en la cocina

Ainhoa se soltó de mis manos y se puso de pie de nuevo.

A: gracias Luz - volvió a hablar unos segundos después - sé que te debo una explicación pero ahora mismo no me veo con fuerzas de afrontar ese capítulo. Solo quiero que sepas que siento todo lo que ha pasado entre nosotras

Desde aquella nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora