Ante mis ojos

25 2 0
                                    

Disclaimer: Digimon tamers no me pertenece.

***

Unos penetrantes ojos violetas no dejaban de observar a la pareja recién casada que bailaba al ritmo de la música. El par de tórtolos desbordaba felicidad absoluta, perdiéndose completamente en sus miradas ignorando a la gente a su alrededor, solo ellos dos en su burbuja de amor. Se les veía tan enamorados, eso importaba ¿No?

Rika no pudo evitar apretar fuertemente el barandal donde se apoyaba al ser testigo del apasionado beso en el que ellos se entregaban febrilmente ¿Qué no tenían una pizca de vergüenza? Tuvo que desviar la mirada un momento. Se debería sentir feliz por aquel acontecimiento, al fin y al cabo, la persona que se casaba es muy importante para ella. Es cierto que tuvieron demasiados roces en el pasado; sin embargo, con el paso del tiempo su relación fue mejorando. Se llevaban bien, las peleas e insultos cesaron, incluso se convirtieron en confidentes. Todo iba viento en popa, hasta que llegó a la vida de esa persona alguien que le complementaría totalmente.

De un momento a otro ella dejo de ser prioridad, hasta cierto punto. Las salidas entre ellos empezaron a ser frecuentes, citas, bailes, abrazos, arrumacos, besos furtivos... ¿Cómo pudo permitir siquiera semejante desfachatez? ¡Y en su presencia! Resopló con fastidio. Que va, ya estaban grandecitos, le importaba un comino lo que hicieran con tal de que la dejaran en paz, no podía soportar tanta cursilería.

Fue inevitable rememorar aquella vez en que le dijo que contraería nupcias y lo inmensamente feliz que se mostraba con tal acontecimiento.

Flashback

Me caso le soltó inesperadamente una noche.

Dos palabras, esas simples dos palabras la dejaron anonadada. Pensó que solo era algo pasajero, que esa relación no iba durar mucho tiempo. Que equivocada estuvo. La joven no dijo nada, simplemente le sonrió y se fue sin dirigirle la palabra, ignorando su llamado constante.

Mientras vagaba por las solitarias calles, se dio cuenta de muchas cosas, una de ellas fue que dejó de ser su centro de atención como solía serlo y eso la entristecía de alguna manera. Que más daba, lo hecho, hecho está y no iba a llorar como magdalena. Con la frente en alto decidió volver y felicitarle aún con el nudo en su garganta.

Ya con el transcurso de los días fue aceptando paulatinamente aquella relación, les ayudaba en lo que pudiera, aunque muy en el fondo quería ser egoísta, decirle que no se casara, pero ¿Quién era ella para impedírselo? No podía quitarle la dicha que muy a su pesar también compartía. Si era feliz, ella también lo era.

Fin del flashback

–¿Estás bien?

Una conocida voz la sacó de sus pensamientos.

–Sí... solo... pensaba... ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar allá abajo haciendo tu trabajo?

–Los novios están a punto de retirarse. He terminado de fotografiar cada detalle, tu madre estará satisfecha.

La chica no dijo nada, simplemente dirigió la mirada de nueva cuenta hacia Rumiko y su nuevo flamante esposo.

–No me digas que aún estás enojada con ella por haberse casado.

Rika lo miró con el ceño fruncido ¿Por qué la conocía tan bien? Si, estaba enojada y había algo más que no se atrevía a decirle. El castaño se dio cuenta inmediatamente del silencio de su prometida.

–Hey... – Ryo se le acercó abrazándola por detrás – Tu madre ya es una mujer adulta, sabe lo que hace con su vida ¿No crees que tiene derecho a volver enamorarse y casarse? – la pelirroja sonrió derrotada. Ryo tenía razón, siempre la tenía; bueno, en algunas ocasiones – Además, me prometiste darle una oportunidad a Tatsuya.

La chica bufó resignada, no por nada él la aconsejó y la convenció de que el tal Tatsuya era un buen hombre, también divorciado pero estable tanto emocional y económicamente, encima adoraba a Rumiko, ella se merecía eso y más. De todas formas, más le valía a Tatsuya no hacer sufrir a su madre, de lo contrario se las vería con su "dulce hijastra".

–Cuidado por donde tocas, sino quieres quedar plantado en el altar antes de tiempo – le advirtió Rika al sentir la morena mano acariciar muy por debajo de su espalda.

La joven al notarlo muy ansioso optó voltearse y posar sus brazos alrededor del cuello de su novio, regalándole un fugaz beso.

–Cuando se entere de nuestro próximo matrimonio pondrá el grito en el cielo.

–Tal vez lo haga, pero de felicidad. También soy mayorcita, puedo hacer lo que me venga en gana.

–Y que lo digas. Qué te parece si vamos a estrenar la suite matrimonial que hemos reservado y adelantamos nuestra luna de miel – el ojiazul comenzó a besar el cuello de su novia.

–Me parece perfecto – le frenó gentilmente dando un último vistazo a la escena en el salón.

La rubia se despedía con la mano alegremente, guiñándole un ojo mientras su nuevo esposo la miraba agradeciéndole. Rika simplemente sonrió despidiéndose de la pareja, dejaba en buenas manos a su madre, ya no tenía porque preocuparse.

Se sostuvo del brazo de Ryo y ambos salieron traviesos rumbo al hotel donde darían rienda suelta a su pasión antes del gran día para ellos.

Fin.

Otro más para la colección Ryo y Rika c:

El fanart pertenece a su respectivo creador.

Mundo de dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora