Mundo de dos

Propuesta de matrimonio

Disclaimer: Digimon tamers no me pertenece.

Advertencia: Contiene lime

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Los rayos del sol se filtraban entre la cortina colándose traviesos por la habitación, uno de ellos iluminaba el apuesto rostro de cierto castaño quien dormía plácidamente abrazando posesivo a una hermosa mujer. Su musculoso brazo la rodeaba completamente mientras parte de su pierna descansaba encima de las de ella, esa era una de las cosas que disfrutaba en demasía; abrazarla, cubrirla con su cuerpo y sentirla solo suya.

La noche anterior anduvieron divertidos celebrando el cumpleaños de la pelirroja, no tardaron en terminar su festejo en la cama, como muchas veces solían hacerlo. Solo que esta vez, el despertar sería muy diferente para ella... y para él también. El candente rayo de luz comenzó a molestarle, y poco a poco Ryo fue despabilándose, sonrió aspirando el dulce aroma del cabello de su novia e inmediatamente besó su sien y empezó a recorrer con húmedos besos su mejilla, su cuello, su hombro...

La chica en cuestión se removió al sentir los cálidos labios masculinos y volteó sonriente capturándolos, deseosa de probarlos nuevamente. Colocó sus brazos alrededor de su cuello toqueteando su cabello y apegándose mucho más a su cuerpo. El tamer legendario no tardó en posicionarse encima de ella profundizando sus besos y acariciando el contorno de su cadera, pronto descendió hasta su delicado cuello y luego se dirigió a sus pechos, donde se entretuvo un buen rato.

La pelirroja suspiraba por las ardientes atenciones de su novio, era increíble lo que podía hacer su hombre con esa parlanchina boca. Lo sintió deslizarse hacia el sur siguiendo torturándola con su lengua y deteniéndose en su ombligo. De nueva cuenta, Ryo siguió su camino, pero esta vez hacia arriba hasta llegar a sus labios para besarlos y degustarlos a su antojo. Rika se dejó hacer recibiéndolo gustosa, aunque no le duró mucho el gusto.

–Buenos días, preciosa – mencionó una vez que hubo terminado sus arrumacos, separándose de ella lentamente.

–Buenos días, guapo – Rika se acomodó en su fuerte pecho sintiendo el acelerado palpitar de su corazón.

Los jóvenes se quedaron un rato abrazados disfrutando de la calidez de sus desnudos cuerpos y la paz que les otorgaba la intimidad de su habitación. Tenían que aprovecharla antes de salir de casa y enfrentarse de nueva cuenta a su agitada vida en el trabajo.

–Hay que levantarnos, Ryo – susurró la pelirroja sin ánimos de hacerlo, dibujando círculos con su dedo en el pecho de él.

–Un rato más, mi reina.

Olvidándose del trabajo, sus ojos empezaron a cerrarse debido a los mimos de su novia, era tan relajante sentir aquellas inocentes caricias. La joven suspiró para en seguidamente posicionarse sobre de él, sorprendiéndolo y volverlo de nueva cuenta a la realidad.

–¿Qué pretendes? – Rika cruzó los brazos en el fornido pecho acomodando su rostro de tal manera que notara la intensa mirada que le dirigía.

El castaño puso cara inocente, colocando una de sus manos en la espalda de ella y la otra debajo de su cabeza sobre la almohada "Ya me descubrió", pensó el moreno. Que difícil concentrarse teniéndola encima suyo, sintiendo la suavidad de aquellos turgentes senos en su torso y la mirada felina que empezaba a hacerle efecto.

–No sé a qué te refieres – se hizo el desentendido. Había olvidado que su mujer podía jugar bien sus cartas.

–Has estado raro toda la semana.

–Preparando tu fiesta de cumpleaños... ¿Te gustó? – preguntó seductor, sabía que su encantadora sonrisa la desarmaba y nunca fallaba.

No se equivocó, Rika se sonrojó con ese gesto huraño que a él le encantaba.

–No cantes victoria, muchachito – la temperamental chica se dispuso a levantarse, pero Ryo no la dejó.

–Espérame aquí.

Ya no quería darle largas y tampoco posponer ese ansiado momento que lo mantuvo distraído y ocupado toda la semana, aparte de su cumpleaños claro está.

–Sabes que el trabajo no espera ¿Verdad?

–Vamos, sé que te gustará mi sorpresa – la joven refunfuñó sentada cubriéndose con la sábana mientras veía a su atractivo novio levantarse y hurgar entre los cajones del closet.

Sin vergüenza alguna, Rika se comía con la mirada esa ancha espalda y su bien formado trasero que tuvo el privilegio de acariciar la noche anterior. Se mordió el labio sonrojándose furiosamente al pensar de esa manera tan pervertida. Definitivamente su novio le pegó aquella manía, pero no le importaba, era suyo y de nadie más.

–Cierra los ojos – escuchó de repente.

–¿Qué?

–Cierra los ojos, no te cuesta nada – la pelirroja no tuvo más remedio que hacerlo. Luego de eso lo sintió acomodarse a su lado – No los abras todavía ¿Eh? – Rika frunció el ceño cuando él cogió su mano izquierda y sonrió con el cosquilleo de sus labios en cada uno de sus dedos. Su corazón dio un salto de emoción al percatarse del frio metal que se deslizaba por su dedo anular.

–Ahora sí, ábrelos – le susurró en su oído, sosteniendo sus hombros.

La joven lentamente abrió los ojos y no pudo evitar sorprenderse ante el hermoso anillo de compromiso que adornaba su dedo.

–Cásate conmigo, Rika. Se mi esposa – le habló quedo al oído, abrazándola por detrás y besando delicadamente su cuello y hombros.

Rika contempló el fino anillo, notando enseguida aquellos colores violeta y azul combinarse a la perfección. Era bellísimo. Sin duda Ryo resultó un hombre como ningún otro.

–Sí, sí quiero – contestó girándose y abalanzándose sobre él.

El castaño la besó apasionadamente y ella enseguida le correspondió olvidándose por completo de que se les hacía tarde para irse a trabajar. Que más daba, no todos los días Ryo le proponía matrimonio y de que manera, tan única y especial un día después de su cumpleaños. Ya se había demorado. Los dos no tardaron en dar vueltas sobre la cama y juntos nuevamente se perdieron en sus cuerpos festejando su próximo enlace matrimonial.

Fin.

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No quise hacer una propuesta cursi, tomando en cuenta que a Rika no le gusta tanta melosidad XD Ryo la conoce muy bien :9

El fanart pertenece a ryorukimyotp.