PARAISO

23 2 0
                                    

Disclaimer: Digimon tamers no me pertenece.

Advertencia: Este one shot contiene lemon, escenas no aptas para menores de edad.

***

El sonido de la regadera interrumpió el placentero sueño de una joven pelirroja acostada en el enorme futón matrimonial ¿Quién osaba despertarla tan temprano? A duras penas el alba se asomaba entre el delgado shoji entreabierto. Gimoteó molesta y se dio la vuelta volviéndose a dormir, la suave brisa que se colaba por el shoji acariciaba su desnuda espalda descubierta por la acción recién hecha, pero ni siquiera aquella caricia la despertó de su profundo sueño. Estaba agotada, después de una agitada y apasionada noche ¿Quién no lo estaría?

En el umbral de la puerta del ofuro, se hallaba recargado un atractivo moreno con una sonrisa adornando su varonil rostro. Observaba con detalle a la mujer que en esos momentos dormía, no podía apreciar demasiado ya que aquel fantástico cuerpo que recorrió la noche anterior se ocultaba entre las sábanas, únicamente sobresalía su blanca espalda y su brillante cabello rojo. Una chispa de deseo brilló en sus ya oscurecidos ojos y con parsimonia se dirigió a donde descansaba su amada, deshaciéndose de la toalla enrollada en sus caderas, unas cuantas gotas resbalaban por su fornido cuerpo dándole un aire demasiado sensual.

No tardó ni un segundo en acurrucarse junto a ella, aspirando el dulce aroma natural de su piel mezclado con el suyo y el suave perfume de ella. Empezó a recorrer con húmedos besos esa apetecible espalda, como deseaba volver a perderse en el cuerpo de su mujer. Adivinando sus pensamientos, la joven esposa despertó somnolienta pero sonriendo, y en pocos minutos ya se encontraba encima suyo, cabalgándolo. Jadearon al mismo tiempo y de nueva cuenta sintieron el placer al ser uno solo en cuerpo y alma, tal como la noche anterior donde dieron rienda suelta a su pasión, no una, sino varias veces hasta que juntos alcanzaron el cielo cayendo exhaustos y satisfechos.

Flash back.

Entre risas y besos furtivos, Ryo y Rika se encaminaban a lo que sería su paraíso personal por dos semanas.

¿Qué haces?

Es la tradición, mi reina.

Con delicadeza, el rey digimon alzó a su ahora esposa internándose en la suite matrimonial que había reservado para ese gran acontecimiento.

Rika rio divertida colgándose del cuello de su flamante esposo, mientras era ingresada por él en sus brazos. Una vez adentro, se liberó de su agarre estampándole uno de esos besos que sabía lo dejaba embobado por un momento.

Sin desaprovechar esa oportunidad, contempló el sitio decorado a la tradición japonesa, justo como a ella le gustaba, salvo con algunos toques de occidente, se veía tan acogedor e íntimo, ideal para esa ocasión especial. Se dirigió al exterior que daba a una terraza donde se podía escuchar el sonido de las olas del mar. Definitivamente Ryo la sorprendió con el lugar adonde se casarían y pasarían su luna de miel, Kyushu, una de las islas principales del Japón, famosa por sus playas y aguas termales. La posada era pequeña, con pocas habitaciones, una esplendida vista al mar y cada habitación contaban con su propio onsen. Una sonrisa iluminó su rostro, Ryo la conocía demasiado bien, sabía que ella disfrutaba estar en lugares donde la naturaleza predominaba y con poca afluencia de personas. Suspiró enamorada disfrutando de la cálida brisa del mar.

¿Qué hace mi guapa esposa tan sola y sin acompañante? – susurró el joven en su oído abrazándola por la cintura, besando su delicado hombro al descubierto.

Mundo de dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora