¿Quiénes son ustedes?

Epílogo VII

Rápidamente habían pasado dos meses, Tyson ya no ocupaba la silla de ruedas para transportarse, de vez en cuando usaba una muleta cuando se sentía más cansado. Ese día se encontraba hablando con el doctor, ya que le habían comentado que iba a poder irse del hospital, pero tendría que continuar con las rehabilitaciones por dos semanas más.

— Que bien, no me quejo del trato que me dan; pero ya extraño mi casa. – recordó lo que su hermano le había comentado sobre los dos huéspedes extra. — Aunque será extraño que tanto Ray como Kai estén viviendo ahí por el momento.

— Entonces Tyson, ¿a quien llamamos para que puedas irte?

— Pues quería darles la sorpresa al llegar a casa, ¿no se puede?

— No, al ser menor de edad necesitamos la firma de tu familiar para poderte ir.

— Por favor, déjeme ir. Le prometo que no me pasara nada. – Tyson trataba de convencerlo, por lo que recurrió al arma que Max usaba con ellos, los ojos de cachorrito. — Por favor...

Tanto la enfermera como el doctor soltaron un suspiro, no le iban a poder ganar a ese paciente; al menos ya sabían cómo era su carácter gracias a los últimos meses que estuvo en rehabilitación.

— De acuerdo, pero quiero que mañana vengas con algún adulto para que firmen algunos documentos.

— ¡Muchas gracias!

Comenzaron las preparaciones para su salida, en esta ocasión la enfermera lo acompañaría a su sesión de rehabilitación que sería más temprano; posteriormente lo dejo en su habitación y Tyson procedió a cambiarse.

— Por fin saldré... - no podía mantenerse quieto, ya quería regresar a su casa.

— Puedo ver que estas listo, andando el doctor te dará las indicaciones que debes seguir en casa.

Ambos se fueron a la oficina del doctor, este le dio una lista con medicamentos en caso de llegar a sobre exigir su cuerpo con algún entrenamiento; porque, aunque quisiera negarlo, ya sabía que Tyson podría llegar a hacerlo.

— Te espero mañana con tu familiar, recuerda lo que va a pasar si no vienes.

Tyson asintió y salió del hospital, iba muy feliz que no se había dado cuenta que un grupo de personas se le había quedado mirando con dudas.

— ¿Ese era?

— No creo, todavía no saben cuándo sale.

—... Andando, podemos darle una sorpresa.

El grupo decidió ignorarlo y continuar su camino; mientras tanto Tyson paso a una tienda y compro algo de comer.

— Ya mes estaba cansando de la comida del hospital. Y estoy bastante seguro de que cuando llegue a casa, el abuelo también me querrá poner alguna dieta.

— Ahh por fin... paz y tranquilidad.

Fue a la banca del parque cercano, disfruta de su pequeño aperitivo cuando sintió miradas a sus espaldas.

— "¿Es enserio? No llevo mas de una hora fuera y ya estoy en la mira de alguien". – pensaba mientras trataba de trazar una ruta para perderlos. — Puedo correr, pero aún no recupero toda mi condición física. Lo mejor que puedo hacer es tratar de perderlo entre los árboles.

— Vaya, al parecer si eras tú. – esa voz lo hizo voltear.

— ¡Tala!

Ahí noto que también venían Spencer y Bryan, los cuatro fueron a buscar una banca un poco más alejada de los demás para poder hablar cómodamente.