Epílogo II

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Max se sentó en lo primero que encontró, Ray no se encontraba mucho mejor y Kai, se encontraba igual de sorprendido que los otros dos.

— ¿Y si es demasiado tarde? – Max se agarró fuertemente la cabeza.

— No Max... Tyson nos dijo que nos vería al salir de ahí. – Ray trató de darle ánimo.

— Ese tonto... - Kai tenía los puños fuertemente apretados.

El doctor salió de la habitación, el abuelo Granger acaricio la cabeza de los tres amigos y antes de salir hizo lo mismo con la cabeza de su nieto.

— Más te vale no tardar en despertar mocoso, hay muchas personas que están preocupadas por ti. – miro a los amigos de su nieto. — Pueden quedarse un tiempo, pero traten de descansar. A él no le gustará verlos en mal estado, pensará que es por su culpa.

En la habitación quedaron los 4 solamente, Max y Ray de un lado y Kai del otro, desde que entraron no le habían puesta atención completa a su amigo por escuchar al doctor; pero ahora que lo veían, notaban que su color de piel estaba mucho más pálido, tenía varios moretones en los brazos y piernas.

En eso varios mensajes llegaron a los teléfonos de los tres; al parecer el Sr. Dickenson había traído al resto de sus amigos que estaban heridos o cansados.

— Miguel y Brooklyn se encuentran en una habitación cercana. – les comentó Max terminando de leer su mensaje.

— Ha sido bueno que el Sr. Dickenson los haya podido internar en el mismo hospital.

Ray y Max notaron que Kai se dirigía hacia la puerta. — ¿A dónde vas Kai?

— Tala acaba de llegar, dice que encontró algo importante.

Iba a abrir la puerta, pero está ya había sido abierta por el mencionado. — Lamento la intromisión, pero creo que esto es importante para Tyson... aunque ustedes también deberían verlo.

Los tres se acercaron a Tala, ahí notaron que traía consigo el beyblade de Tyson, sin embargo, le faltaba algo importante. Dragoon no estaba ahí.

— Lo encontré cerca de la ambulancia, creímos que era de alguien más al no ver la bestiabit, pero su amigo Kenny ha confirmado que este beyblade es Dragoon.

— ¿Su bestiabit desapareció? – Ray no creía lo que veía.

— Trataremos de investigar un poco, pero... - Tala miro a Tyson con algo de tristeza. — Tienen que estar preparados.

Tala había decidido quedarse hasta la hora de la comida, los adultos le habían encargado cuidar un poco de los chicos, puesto que sabían que la desaparición de la bestiabit podría traerles un mal momento. Posteriormente al ver que estos habían descansado y comido, decidió retirarse.

— Estoy seguro de que despertara, ninguno de los demás tiene duda de ello. – comentó Tala antes de cerrar la puerta e irse.

Ante ese comentario, le agradecieron a Tala mentalmente; sabían que ellos no eran los únicos que esperaban el despertar de su amigo.

— Por primera vez en mucho tiempo no puedo creer que extrañe tanto las bromas de Tyson.

Comentaba Max viéndolo, ya se encontraban mucho más tranquilos y tras comer un poco ya no se sentían tan cansados.

— El jefe también mando un mensaje al chat grupal, quería venir, pero lo hará mañana. – ahora fue Ray quien tomo la palabra. — También nos pide que descansemos bien.

— Es lo que vamos a hacer, de todas maneras, ya no podemos hacer algo más.

Fue crudo y realista, pero Kai tenía razón, ahora solo podían esperar a su amigo. Continuaron hablando un poco más, posteriormente el primero en caer dormido fue Max, Ray trataba de mantenerse despierto un poco de más tiempo, pero no lo logró y fue el segundo en caer dormido.

¿Quiénes son ustedes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora