Nada que no quieras...

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Capítulo 2, parte 2

Pasó un día después de nuestro beso, todo continuó con "normalidad", pero admito que había una tensión gigante entre nosotras. No se siente incorrecto, se sintió bien, nunca antes me había sentido tan protegida.

(...)

Con respecto a su plan, el advenimiento del imperialismo y la conversión al cristianismo en el Japón, derrocar el shogunato. Ella se enteró de todo cuando estaba escondida en la guardia de Fowler.
Mañana era el día, Fowler tuvo había avanzado en algunas cosas y logró burlar a las legiones del castillo Edo. Su más grande ventaja eran sus armas, sus sucias armas. El acabó con Shogun, Mizu iba a entrar justo como lo planeó.

Mientras estábamos sentadas afuera de la casa, volví a preocuparme.

Le insistí para que me dejara acompañarla, no quería que volviera a pelear sola nunca más; sin embargo, cuando pienso en que no me queda nada, nada más que ella, me preocupo demasiado. Encontré un refugio en ella, él besó que me dio no paraba de repetirse en mi cabeza mientras intentaba dormir o mientras cocinaba.

—Déjame ir contigo, prometo ser muy cautelosa—dije.

—Necesito que estés en un lugar seguro.

—¿Es mañana?, ¿exactamente como es que llegarás?

Ella solo mordió una manzana y después me ofreció una mordida.

—No te preocupes, jamás volverás a trabajar en algún prostíbulo, es más, nunca más tendrás que hacerlo—habló con mucha seguridad.

Ella está prometiéndome toda una vida, pero que iba a pasar si solamente me granatizaba el
dinero y no su compañía?, ¿y si algo le pasaba?, ya era necesaria en mi vida, no podía aceptarlo.

—¿Saldrá todo bien?, Mizu, por favor promételo.

—Te lo prometo, Margot.

—Déjame ir contigo, ¡puedo probarte lo fuerte que soy!—volví a insistir y traté de verme intimidante.

—¿Cómo?—ella sonrió.

—¡Vamos a pelear!, aparte, eres mi maestra, si pierdo significa que aún hay cosas que debo aprender.

Ella lo dudó un momento, se levantó y me tendió la mano para que yo me levantara también, al parecer iba a considerar mi oferta.

—La última vez que peleé con alguien que quería, las cosas no salieron tan bien—excusó.

—¿Perdiste?—pregunté con ingenuidad.

—Gané.

Ella fue por dos de sus katanas, una para ella, otra para mí. Había fabricado algunas después de que su espada se rompiera. Finalmente fuimos a un espacio un poco lejos y más grande dentro del bosque, me dió una katana, la sostuve perfectamente y mantuve una buena posición. Ella se veía perfecta con su kimono ondeando y con cada movimiento, esto me dificultaba contraatacar, sus movimientos eran tan rápidos y ágiles...
Los destellos metálicos iluminaban la penumbra del bosque mientras ambas estábamos luchando. Ella me dio varios golpecitos indicándome que mis puntos débiles estaban descubiertos, eso solo significaba que ella podía ganarme en cualquier momento y con mucha facilidad, su técnica era increíble, podía matarme, pero incluso pelear con ella era se sentía como...
Amor.

En un momento álgido, Mizu aprovechó un pequeño resquicio y lanzó un ataque de forma muy audaz, nuestras katanas dieron varios choques más, di un giro y pensé que Mizu atacaría por la izquierda, me sorprendió por la derecha, no me atacó, sostuvo mi cuerpo y soltó el arma para hacernos caer al pasto con mucha delicadeza, yo solté la mía, ahora ella estaba encima de mí.
Seguido de eso, un beso muy tierno, me trataba con mucha suavidad. En lugar de continuar la lucha, podíamos explorar por un terreno más riesgoso, una nueva danza, ahora estábamos en un enfrentamiento mucho más acalorado.

Ya que ella posó sus manos sobre mi cintura, yo tomé la libertad de envolver mis brazos entre su cuello, sabíamos lo que iba a continuación.

—¿Quieres que me detenga?—preguntó ella.

—No—en ese momento no podía siquiera hablar, no podía decirle exactamente lo que quería en ese momento, tartamudearía. Ella no parecía estar muy segura con mi respuesta.

—No haré nada que no quieras.

—Yo lo quiero, ¿tú?

Ella sonrió, en este punto estaba jugando.

—Bueno, ¿puedo pedirte un solo favor?—estaba imitando de forma burlona aquella vez que le pedí un favor, se acercaba más a mi rostro y eso solo provocaba que el ambiente se acalorara aún más.

—Dios, ¡Mizu!—me quejé, estaba ansiosa.

—Pídelo, pide que lo haga.

—Quiero que me lo hagas.

Historia en edición.

White Margot / Blue Eye Samurai (Mizu Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora