Un dolor punzante invadía mi cabeza.
Abrí mis ojos lentamente, parpadie algunas veces ya que la luz de aquel lugar me cegaba por completo.
--Esta despertado-- Esa voz la conocía, pero no podía distinguir quién era-- Llama al doctor y a Victoria.
Me sobresalte al escuchar esos nombres. Mire a mi alrededor, estaba en una sala de hospital. Levanté mi mano con el suero colocado y toque mi nuca, chille de dolor.
--Tranquila, no te toques-- A mi lado se encontraba Mauro.
--¿Que me pasó?-- Susurré con dificultad.
--Te desmayaste y te golpeaste fuerte la cabeza.
Automáticamente recordé lo que había pasado y comencé a llorar.
--Oye, todo estará bien-- Mauro apoya su mano sobre la mía.
--Buen día Señorita-- Un hombre alto con chaqueta blanca ingreso a la sala-- Soy el Doctor Giménez.
--Aqui estoy-- Aparece Victoria por detras del médico-- ¡Despertaste!
La rubia corrió hacia mi para abrazarme pero yo la empuje rápidamente.
--¡Alejate de mi!-- Exclamé.
Victoria se quedó estática al lado de la camilla. Mauro se pasó a su lado y la abrazo por encima de sus hombros.
--Amor déjame explicarte-- Sollozo.
--¡No quiero saber nada contigo! ¡No quiero que me expliques nada! ¡Vi todo!
Victoria estalló en un gran llanto y ahora las dos estábamos con el corazón roto.
--Señorita Arellano le pido que me espere afuera, no quiero que se ponga aún más nerviosa la paciente-- El doctor invito a Mauro y a Victoria a retirarse de la sala.
--¿Cuando me iré de aquí?-- Hablé una vez que estábamos solos.
--En algunas horas podrás irte si todo está en orden ¿Puedo revisarte?
Yo asenti limpiando mis lágrimas.
El doctor comenzó a hacerme los chequeos para asegurarse de que estuviera bien.
--Al parecer está todo en orden-- El Dr Giménez se acomodo la chaqueta-- Solo estás un poco nerviosa, debes relajarte.
--Hare lo posible-- Suspiré
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--Listo señorita, ya puede irse.
El doctor había desconectado todos los aparatos y cables que estaban en mi cuerpo para ya volver a casa. Le agradecí por haber cuidado de mi estás horas.
Una vez fuera de la sala me esperaba Mauro con una sonrisa.
--¿Vamos?
Yo asenti.
--¿Victoria?-- Pregunté.
--Tenia que ir al estudio con Mariana.
-Ah-- Esa fue mi respuesta.
Ambos nos dirigimos al auto y fuimos camino a la casa. El camino fue silencioso.
--¿El doctor te hablo de algún cuidado especial?-- Pregunto Mauro una vez dentro de la casa.
--No, solo que trate de no volver a golpearme la cabeza.
--Nosotros te cuidaremos-- Sonríe.
--Gracias pero... Me iré al hotel-- Subo las escaleras hasta la habitación.
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¿CASUALIDAD?
FanfictionCuando puse un pie en el avión sentí que a partir de allí mí vida nunca sería lo de antes. Pero, solo es una sensación ¿Verdad?