34.

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--Yo...

La rubia volvió a sacar su mano de mi panza automáticamente.

--Necesito...Necesito pensar.

Tomo su hoddie y un gorro para salir corriendo de la habitación.

Me quedé totalmente estática, no podía creer lo que estaba sucediendo. No sé cómo se lo habrá tomado, de seguro que MUY MAL por su reacción.

Hice mal, hice muy mal en haberlo echo a sus espaldas, tal vez le tendría que haber preguntado si quería y no llevarla hasta este lugar. Me siento mega culpable.

Me tiré sobre la cama boca arriba mirando el techo, acaricie mí panza que estaba empezando a tomar un poco de volumen.

--Lo siento baby-- Las lágrimas no tardaron en aparecer-- Mamá cuidara de ti siempre, seremos tu y yo contra el mundo.

No dejaba de acariciar mí barriga mientras lloraba sin parar.

Me sentía culpable de todo esto.

Tomé mí teléfono y le marque a Mariana, la única persona que podría contenerme.

--¿Quien habla?-- La pelicorta habla del otro lado.

--Sol ¿Puedes venir a mí habitación?-- Solloce.

--¿Sol, paso algo? ¿Estás bien?-- Del otro lado de la línea se escuchaba un poco de ruido, seguro estaba camino a mí habitación tan pronto se lo dije.

--No, Victoria se fue...

El silencio invadió al línea, ambas sabíamos que no era buena señal.

--Escuchame, tranquila-- El ruido del ascensor hace que me pare de la cama-- Estoy en la puerta.

Corte la llamada, me acerque hasta la puerta y al abrir me tiré sobre Mariana en un abrazo profundo, lo necesitaba.

--Se fue-- Solloce en su hombro.

--Tranquila-- Acaricia mí cabello-- Vamos a calmarnos y me cuentas todo bien ¿Si?

Yo asenti.

Al separarme de ella entramos a la habitación y nos sentamos en el borde la cama.

--Respira profundo.

Yo imitaba la inhalación y la exhalación que Mariana me indicaba.

--¿Mejor?

--Un poco-- Limpie mis lágrimas con las yema de los dedos.

--¿Que paso?

--Le conté a Victoria del embarazo y no pensé que reaccionaria así-- Bufe-- Ella me quedo mirando y solo dijo que necesitaba pensar y se fue.

--Dale tiempo-- Toma mí mano-- Victoria es impulsiva y a veces solo necesita pensar un poco, todo estará bien. Ella te ama y de seguro quiere una familia contigo, tal vez le tomo algo de sorpresa.

--Es mí culpa-- Baje la mirada-- Debería haberle preguntado si ella creía que era el momento, solo quería darle una sorpresa y no me está saliendo para nada bien.

--Tienes que estar tranquila. Si quieres puedo hablar con ella.

--No Mari, no te hagas problema-- Sonreí forzadamente.

--Mira, que tal si duermes un rato y yo te hago compañía-- Propone sonriente.

--Podria ser-- Tiré mí cuerpo sobre la cama.

--Se te nota la pancita-- Mariana la obseva muy detenidamente -- ¿Puedo tocarla.

Yo asenti.

Mariana llevo su mano a mí abdomen y comenzó a tocarlo con mucho cuidado, cómo si no quisiera hacerle daño.

¿CASUALIDAD?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora