Al despertar la primera imagen en la mañana fue a Victoria con sus pelos algo desordenado, en croptop y su mano tatuada en mí muslo. Su boca estaba levemente abierta, si no estuviera enojada con ella seguro la besaría. Desde lo que pasó no nos hemos vuelto a besar.
Sin despertarla, saque su brazo y fui en busca del desayuno.
Una vez en la cocina le prepare unos panqueques de avena con mucha fruta y miel. Obvio dos café para arrancar la mañana.
En el camino a la cocina me crece con Mauro y Mariana que seguro ahora están chismoseando que me quedé en la casa a dormir con Víctoria. Me quede porque era tarde y además ella me lo pidió... Aunque siempre tengo ganas de dormir con ella, es de mis cosas favoritas, pero el orgullo a veces me gana.
Luego de terminar el desayuno lo coloque en una bandeja y estaba listo para llevárselo a la cama. Subí con cuidado para no tirar nada y una vez dentro de la habitación lo deje sobre la mesa de luz.
--Vic...-- Susurro y la sacudo un poco.
Mientras lo hacía observaba el tatuaje de la espalda, tan hermoso e imponente.
--Mmmm...-- Se remueve incómoda.
--Vicky, te traje el desayuno.
--Buen día-- Su voz era más ronca de lo normal Y COMO ME PONIA-- ¿Eso lo hiciste tu?
--Si, es para las dos-- Sonreí tímida.
--Gracias-- Me devuelve la sonrisa-- Tengo mucha hambre.
Ambas reímos y comenzamos a comer sentadas en la cama. Espero que no se manchen las sábanas blancas.
La comida transcurrió silenciosa hasta que la rubia decidió romperlo.
--¿Amor?
--Mmmm-- Tenía la boca llena de comida.
--¿Podemos hablar?
--Esta bien-- Me acomode en la cama para estar más cómoda-- ¿De que te gustaría hablar?
Si, me estaba haciendo la tonta.
--Sobre lo que pasó con Alejandra.
De solo escuchar su nombre mis ojos se llenaron de lágrimas recordando ese momento.
--Antes que digas algo, habla con la verdad-- Limpie mis ojos para no dejar correr la primer lágrima por mí rostro.
--Siempre-- Toma mí mano-- Quiero contarte mí versión de los hechos y el corillo está de testigo. Fuimos de fiesta a un boliche cercano a la playa, todo iba bien hasta que apareció Alejandra, la verdad que no le di importancia a su presencia, no me interesa-- Comenzó a atar un rodete en su cabello-- Luego se acercó a preguntarme sobre ti, si nos habíamos peleado ya que no te vio. En un descuido metió una pastilla en mí vaso...
--¿Que hizo?-- Frunci el ceño. Espero haber escuchado mal.
--Metio una pastilla en mí vaso. Droga Sol.
Mí boca se abrió por la sorpresa, tal vez Melisa tenía razón con su versión.
--Mi vaso tenía un gusto raro pero no le di importancia, al tiempo empecé a sentirme mal y alucinaba.
No podía entender cómo Alejandra era capaz de algo así, era una loca.
--Ella me trajo hasta aquí y me decía "Amor, soy Sol, besame". Bajo el efecto de la droga y la oscuridad pensé que eras tu y... La bese.
--No puede ser...-- Susurré por lo bajo.
--Mariana nos siguió hasta aquí y se dio cuenta de todo-- Unas lágrimas aparecieron en su rostro-- Baby, lo siento tanto, juro que no fue queriendo. Quise explicártelo muchas veces pero estabas muy enojada, con justa razón.

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¿CASUALIDAD?
Fiksi PenggemarCuando puse un pie en el avión sentí que a partir de allí mí vida nunca sería lo de antes. Pero, solo es una sensación ¿Verdad?