38.

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--¡Victoria basta!

Lo dedos de la rubia se movía rápidamente en mí panza, me estaba haciendo cosquillas.

La habitación estaba llena de carcajadas y gritos.

--¡VICTORIA! no puedo respirar.

De repente la rubia me soltó preocupada.

--¿Estas bien?-- Su sonrisa se borró.

--Si amor-- Tomé un poco de aire, estaba agitada de la risa.

--¿Que hora es?

--Mmmm-- Mire mí reloj-- 10AM.

--¡mierda!-- Se levantó rápidamente y comenzó a cambiarse.

--¿Que paso?-- Me senté en la cama.

--Tengo que ir al estudio con Mauro-- Casi se cae poniéndose el pantalón y no pude evitar reírme.

--Siempre tarde María Victoria-- Reí.

--¿Que dices?-- Funce el ceño.

--Que siempre llegas tarde-- Le saque la lengua.

--¿Ah sí?-- Eleva su ceja.

Victoria corrió hacia mí y se tiró encima mío de golpe. Nuestros cuerpos cayeron sobre el colchón nuevamente y sus dedos volvieron a mí abdomen para hacerme cosquillas.

No podía dejar de reírme y golpearla sin hacerle daño para sacarla de encima.

Aunque... Unos segundos después un malestar apareció en mí.

--Baby...--Susurre.

Victoria siguió haciendo cosquillas sin darme mucha importancia.

Cómo pude me escape de sus brazos y salí corriendo al baño a devolver el desayuno.

Victoria corre tras de mí y acomoda mí pelo para no ensuciarme.

--Mierda mami, lo siento.

Me levanté como pude del suelo, algo tambaleante.

--¿Estás bien?-- Me tomo de los brazos para que no pierda el equilibrio.

--No tanto-- Parpadeo algunas veces-- Me siento algo mareada.

--Puñeta, estás pálida-- Apoya su mano en mí frente.

--A-mor-- Me tabaleo agarrando la pared.

--¿Que pasa?

Mí visión se puso borrosa.

--Amor.... ¡Amor!

Todo se volvió negro.

//

--¡Está despertando!

Esa frase retumbaba en mí cabeza.

Abrí mis ojos algo pérdida, no sabía dónde estaba ni que me había pasado.

--Amor, estoy contigo-- Esa voz...

Pude enfocar a mí esposa sentada a mí lado tomando mí mano.

--¿Q-ue me pasó?-- Susurré.

Mire a mí alrededor y estaba dentro de una ambulancia. Varios médicos me estaban revisando y tomando todos mis signos vitales.

--Te desmayaste pero tranquila, estamos camino al hospital-- La rubia beso mí frente.

La ambulancia freno y los médicos me bajaron en la camilla para ingresarme al hospital.

Victoria nunca se separó de mí en ningún momento.

Me ingresaron a una sala para esperar al médico de la guardia.

¿CASUALIDAD?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora