—¿Qué Jaden y tú os conocéis desde hace la hostia? ¿Y nos lo dices ahora? —Exclama sorprendido Michel y no es para menos.
Doy un largo trago a mi Coca-Cola mientras asiento con la cabeza. Miro a los presentes y como sus cerebros intentan asimilar la información casi detallada que acabo de darles.
Le he hablado a Sara por privado esta mañana para ponerle al corriente de lo que íbamos a hablar y su reacción ha sido exactamente la misma que la de los demás.
—No le di importancia porque pensé que no volvería a verlo más pero bueno, ahora casi forma parte del grupo y os cae bien a todos, es mejor que sepáis la verdad. —Digo explicando el porque no lo dije antes.
—A mi no me cae bien. —Responde Luca con un tono seco. Ruedo los ojos ante su comentario y suspiro.
Parece ser que su opinión sobre Jaden ha cambiado por completo desde la fiesta por como se comporto conmigo.
Menos mal que no sabe todo lo que pasó después.
Luca bufa a mi lado y aparta su mirada de mí y bebe de su cerveza.
—¿Pero ya os lleváis bien? —Pregunta Christian algo confuso.
—Bueno, estamos trabajando en ello. —Desi y Naomi miran la situación sin decir alguna palabra dejándome todo el protagonismo a mí.
—Si es una molestia para ti que venga a las quedadas no me importa ser yo quien se le diga que no venga. —Puntúa el militar mientras me mira fijamente de nuevo.
Me remuevo incómoda debido a la intensidad y el rechazo que Luca emana hacía Jaden, de hecho, casi me siento ofendida, como si tuviera que defenderlo.
Sé que tengo que tener una charla a solas con Luca y aclarar de una vez que entre nosotros no va a pasar nada más. No he hecho las cosas bien con él y debí ser sincera en esa llamada donde me confesó que le había gustado el beso.
Entiendo que pueda estar confuso, hemos tonteado durante mucho tiempo y cuando por fin nos hemos lanzado, yo he comenzado a evitarlo sin ser capaz de rechazarlo por completo.
—Jaden no es una molestia. —Replico demasiado molesta como para disimularlo. Mierda. —Sólo quiero intentar que nos llevemos bien después de tanto tiempo. Ya no somos las mismas personas y ya sabéis que no me gusta estar mal con nadie. —Miento para intentar disimular mi molestia hacia el rechazo de Jaden y quitarle algo de hierro al asunto.
Mis amigos asienten entendiéndome, como siempre pero sé que Michel tiene dudas por cómo frunce el ceño y me preparo para la pregunta que está a punto de lanzar por la boca.
—Lena, te lo voy a preguntar una vez. —Comienza el hermano de mi mejor amiga. Asiento con la cabeza dando pie a que continúe: —¿Te gusta Jaden? Sí es así podemos hacer de celestinos.
Abro los ojos y noto como el calor sube a mi cara. Escucho una leve risa a mi lado y no fulmino a Desi con la mirada. Inmediatamente borra la risita y se queda quieta como un palo.
¿Me gusta Jaden? Claro que no. Eso es impensable, imposible. Lo único que puedo sentir por él es atracción física y sexual. Está muy bueno y todos los sabemos, es imposible no sentirse atraído por él.
¿Los pinchazos que siento sobre mi pecho cuando estoy a su alrededor? Simple nerviosismo por la tensión que me genera entre las piernas.
Es una gilipollez negarme a mí misma que Jaden me pone como una burra y también es una gilipollez fingir que al final Isabella si tenía razón, hay una tensión sexual entre nosotros bastante fuerte.
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El deseo de odiarte por siempre.
RomantikLena y Jaden se conocen desde que tienen 16 años pero nunca se han soportado el uno al otro. La vida los separó y ahora, 10 años después los ha vuelto a unir. A pesar del paso del tiempo, el odio sigue intacto entre ellos, pero hay algo debajo de t...