El deseo de odiarte por siempre.

42. Conocerse a sí misma.

—¿Qué tal la clase de boxeo? —Pregunta Desi cuando entro por las puertas de casa. Naomi está sentada al lado suya y me sonríe en forma de saludo.

Dejo mi maleta deportiva a un lado y literalmente me derrumbo en el sofá.

Con la tontería ya es casi la hora de cenar y me siento genial por haber estado gran parte de la tarde entretenida.

—Pues a decir verdad... genial. El profesor está jodidamente bueno y me ha dicho que tengo potencial. Me ha gustado mucho la experiencia.

—Vaya, por fin encuentras un hobbie ¿no? —Asiento a la respuesta de mi mejor amiga.

He probado diferentes cosas a lo largo de mi vida, la lectura, el surf, el baile de todo tipo, la cerámica y nada me ha llamado la atención lo suficiente como para ser constante.

He sido una persona que se aburre de las cosas muy rápido. Me pasaba con los chicos y también en todo lo demás.

Encontrar algo que realmente me guste es bastante complicado y parece ser que el boxeo es una de ellas.

Mi vida esta comenzando a ser algo estable en todos los ámbitos a pesar de las circunstancias.

Mis amistades son estables. Los únicos que no me han fallado han sido mis amigos, aunque la situación con Luca sea complicada, sé que estará ahí si lo necesito. Me he dado cuenta de la clase de persona que es Isabella, de cómo tergiversa las cosas a su antojo, de como se vuelve víctima cuando en realidad es verdugo.

No puedo creerme al 100% lo que me dijo, me ha hecho dudar y no puedo permitir que a pesar de saberlo, siga con Oliver, siga siendo una mera espectadora sabiendo que Jaden quiere hacerme daño.

Intento no pensar en ese tema. Desi no me ha preguntado por ella, sé que sea yo la que se lo cuente cuando esté preparada.

Los demás tampoco han insistido pero no soy capaz de decirles nada. Luca podría reaccionar mal, Christian llegaría a enfadarse con Oliver si se entera de que él sabía lo que Jaden estaba haciendo conmigo y Desi se encargaría de molerlos a palos si fuera necesario.

Crearía un caos mayor del que ya había. Si todo lo que Isabella me dijo es cierto, lo contaré pero no puedo decir nada si no estoy segura completamente.

A pesar de todo estos problemas, siento una gran satisfacción en mi pecho. Los sentimientos parecen haber disminuido ligeramente y me noto más liviana.

Tener claro lo que quiero en mi vida y lo que no, lo que me gusta y lo que no me gusta y mantenerlo en el tiempo es una meta personal que tengo desde pequeña y ahora que comienzo a conocerme a mi misma y descubrir todas aquellas cosas que no sé, me alegra a la vez que me sorprende.

El boxeo es como una terapia en estos momentos.

Ya estoy deseando ir a entrenar al día siguiente y ni siquiera ha pasado una semana.

—Me ha preguntado si me he pensado en competir alguna vez. —Informo a mis amigas.

—¿Tan buena eres? —Chincha Naomi.

Rio y niego con la cabeza.

—No creo igual sólo quiere meterme la polla y ya.

—Pues chica estas soltera y si dices que esta bueno... —Me anima Desi.

—Ojalá fuera tan sencillo... Ahora mismo no puedo pensar en otra cosa que no sea en... —Las palabras se atoran en la garganta impidiendo que su nombre salga de mi boca.

Fingir que estoy bien es una cosa, estarlo de verdad, es otra.

Dejar de pensar en él y todo lo que lo rodea durante unas horas me calma, pero cuando vuelvo a la realidad, todo parece desmoronarse otra vez.