—Pues no lo sé Lena. —Contesta después de lo que parecen ser horas.
La bilis se me sube a la garganta, está dudando, está arrepintiéndose. No me lo puedo creer joder, no... no...
—¿Es en serio? ¿O es una de tus putas bromas? —Insisto con un tono de voz enfadado.
—¿Tengo pinta de estar de broma? —Inquiere. —Lo que te he hecho, lo que hemos hecho, no debería de haber pasado nunca joder.
Niego con la cabeza y me incorporo de la cama, enfadada por su respuesta y sintiendo como la decepción golpea contra mis venas.
Me levanto y me pongo de pie frente a él, Jaden se incorpora mientras me mira expectante a lo que puedo soltar por la boca.
La realidad me cae como un jarro de agua helada. Ha jugado conmigo, ha demostrado que tiene el poder sobre mí, que lo deseo. me ha hecho creer que era mutuo para poder mofarse, para poder decir que me ha tenido sometida y gritando por él.
Aún así la duda me corroe, quiero que me explique, quiero que de las razones por las que esto está mal aunque yo ya sepa las mías.
—¿Por qué? ¿Por qué no debería haber pasado Jaden? ¿Por qué te arrepientes? —Suelto.
Jaden suspira y se pasa una mano por el pelo despeinándolo todo.
Se levanta de la cama y camina hacía mí, niego con la cabeza y me alejo todo lo posible, no quiero que me toque, no quiero que me utilice más.
—Lena... —Comienza a decir. —Me has dado la razón antes, ambos sabemos que...
—No te confundas. —Le interrumpo. —Te he dado la razón de que no debe volver a pasar, pero yo no me arrepiento de nada Jaden. —Admito y noto como el mundo me cae a los pies.
—Es que... joder. —Se da la vuelta y me da la espalda mientras resopla con fuerza.
—Eres gilipollas. —Afirmo y comienzo a andar hacia la puerta para salir de la habitación.
Estoy enojada, decepcionada. Ninguno de mis sentimientos tienen sentido en estos momentos.
Por como me ha tratado desde los 16 años, por como siempre parece haber sabido que me tenía a su mercedes, por atreverse a jugar conmigo, a intentar demostrar que él tiene control sobre mí, por decir que lo vuelvo loco y ahora decir que se arrepiente.
—Espera. —Su voz me detiene y me giro.
—¿Qué cojones quieres Jaden? Dime. ¿Esto es lo que querías? Enhorabuena, ya has jugado conmigo, ya me has demostrado el poder que tienes sobre mí, ya has quedado por encima. Eres un crack. —Suelto con ironía.
—No digas eso, Lena. —Su voz es apenas un gruñido, tiene la mirada perdida en sus pensamientos, incapaz de mirarme a la cara.
Acorto la distancia que nos separa y me planto frente a él, decidida a obtener respuestas por su parte.
—Dímelo, explícamelo. ¿Por qué te arrepientes? —Insisto.
Jaden sube la mirada a mis ojos y niega con la cabeza. Su respiración está agitada y noto la frustración bajo su piel.
—Estas exagerando. —Dice sin más.
El golpe me llega hasta lo más profundo y suelto una risa sarcástica y fría.
Pongo mis manos sobre su pecho y lo empujo hasta que cede y su espalda da contra la pared.
Me aseguro de que me mire cuando le hablo así que interpongo en su campo de visión.
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El deseo de odiarte por siempre.
RomanceLena y Jaden se conocen desde que tienen 16 años pero nunca se han soportado el uno al otro. La vida los separó y ahora, 10 años después los ha vuelto a unir. A pesar del paso del tiempo, el odio sigue intacto entre ellos, pero hay algo debajo de t...