El deseo de odiarte por siempre.

35. ¿Y tú eres su amiga?

JADEN

No soy una persona disimulada, y ella parece que tampoco. Me es imposible apartar la mirada de su cuerpo, de como mueve sus caderas y parece disfrutar de la música. No puedo evitar ver como Luca la mira, de arriba abajo, de como se muerde el labio y se la folla con la mirada.

Joder.

Una punzada de celos me recorre así que doy otro trago de mi vaso. Casi se ha acabado y necesito más alcohol para poder contenerme, para que el arrepentimiento por mis palabras de anoche no me azote con fuerza.

¿Me arrepiento de haber hecho todas esas cosas con ellas? Claro que no joder. He estado toda la noche con su sabor en mis labios, con su olor en mi nariz, pensando y pensando en la cantidad de gilipolleces que puedo soltar por la boca debido al miedo.

Es tan complicado todo y a pesar de eso deseo que esté conmigo, que deje lo que le frena atrás y decida dejarse llevar.

Fui sincero con ella, lo quiero todo y sé que no podemos.

Sus motivos pueden ser el miedo, pueden ser la incertidumbre pero los míos son otros, son diferentes.

Es mi pasado, todo a lo que todavía sigo atado. Son las noches en vela, las drogas, las apuestas, el sexo desenfrenado sin importarme nada una mierda, es Amanda y toda la oscuridad que la rodea.

Y ahora sabe quien es Lena, la ha visto, se ha asegurado de marcar su territorio delante de ella, de volver a marcarme como hacía siempre.

La pongo en peligro si me dejo llevar, sé de lo que es capaz Amanda, lo he visto con mis propios ojos.

La muerte de Thomas hizo que ella apareciera en mi vida. Me metí en cosas en las que no debía, hice cosas de las que me arrepiento y cuando intenté salir de allí no pude. Estoy de mierda hasta las cejas.

Sé que utilizara a Lena para chantajearme, sé que buscará cualquier ápice de sentimiento que tenga por ella para volver a recuperarme, para volver a hacerme suyo. Pero lo único que nos une a Amanda y a mí en estos momentos es su maldito negocio y del que no puedo escapar.

Cierro los ojos con fuerza y doy otro trago hasta que mi vaso está vacío.

Noto como alguien se sienta a mi lado en el borde de la piscina y miro con el ceño fruncido a Isabella, que me mira sonriente.

—¿Qué te pasa? Te veo serio. —Dice mientras mueve las piernas como si fuera una niña pequeña sobre el agua.

—Nada, estoy bien. —Digo secamente.

Es la novia de mi mejor amigo. Oliver está bailando con los demás, haciendo el ganso junto a Christian.

Veo como Luca y Lena bailan pegados. Suspiro y me maldigo por decirle que debería volver a intentarlo con él.

Una mierda, yo quiero que esté conmigo, joder.

—¿Qué ha pasado entre Lena y tú? Y no me digas nada, nos lo ha contado. —Insiste.

Suspiro y niego con la cabeza.

—Si ya lo sabes ¿para qué quieres volver a oírlo? —No sé a qué se debe el interés pero no estoy de humor para soportar a nadie en estos momentos.

—Porque quiero saber tu versión. —Dice sin más. Me giro para encontrarme con sus ojos, cargados de una falsa inocencia y niego con la cabeza.

—Lo que te ha contado, sin más.

—Permíteme que dude de la versión de una chica que no sabe lo que quiere. —Réplica. Mueve su pierna y el agua salpica levemente sobre nosotros.

—¿No se supone que es tú amiga? —Inquiero.