28. Impaciente.

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A las cinco de la tarde, ya estamos todos borrachos. Hemos traído mucha comida pero mucho más alcohol.

Me encuentro sentada en el borde de la piscina con un bikini rojo muy sencillo pero precioso. Las gafas me cubren los ojos de los rayos de sol que pegan con fuerza mientras admiro sin ningún tipo de pudor cada uno de los tatuajes de Jaden.

Está de espaldas a mí dentro de la piscina mientras sigue a Desi haciendo aquagym. El agua le llega a la altura de la cintura lo que hace que tenga todo el torso descubierto.

Debería verse ridículo imitando los movimientos de mi mejor amiga, debería parecer retrasado pero joder, parece un puto dios del olimpo mientras se mueve.

Es la primera vez que lo veo sin camiseta. Sabía que tenía buen físico, se le ve con la ropa puesta y algunas fotos de su Instagram me lo habían chivado pero en persona es mucho más impresionante. Mucho más caliente.

Y lo que más me gusta es su maldita espalda musculosa y llena de tatuajes.

Ahora que lo tengo frente a mí puedo fijarme con detalle en todo su brazo izquierdo cubierto de tatuajes que no tienen nada que ver unos con otros, como los dibujos suben hasta su hombro y se detienen cerca del cuello.

Pero su espalda se lleva toda la gloria. Tiene cerca de la nunca un ángel con alas extendidas hacia sus omoplatos. Justo debajo comienza un tribal fino que baja por toda su columna hasta el final de su espalda dividiéndola en dos.

En uno de los laterales de aquella división tiene una serpiente negra y en el otro quedando en perfecta sincronía con el tribal, un dragón japonés.

Es una mezcla perfecta de dibujos en blanco y negro sin ninguno que ver con el otro pero que quedan perfectamente colocados y una sinergia entre ellos que me saca más de un suspiro.

Estoy jodidamente embobada, admirando cada movimiento de sus músculos bajo la tinta, como el dragón cobra vida cuando levanta su brazo. Me tiene absorta, perdida y suspiro del calor que siento sobre mi piel y no creo que sea debido al sol.

Una mano fría toca mi rodilla y me saca del trance.

—¿Estás bien? —Pregunta Sara apareciendo entre mis piernas dentro del agua.

Asiento y me subo las gafas de sol hacia la cabeza y las dejo reposar allí.

Cuando alzo la vista de nuevo, me fijo en que todos mis amigos están siguiendo los movimientos de Desi aunque yo solo me hubiera fijado en Jaden.

Bebo un trago de la copa fría que tengo a mi lado y sonrío al ver a Christian intentando no chocar con nadie ya que no tiene sus gafas puesta.

Soy la única que no está bailando en el agua y sé que por eso Sara se ha acercado pero joder, prefiero aprovechar este evento para mirar a Jaden sin que nadie pueda juzgarme por ello.

Miro hacia mi amiga pelirroja, sigue con su mano apoyada en mi rodilla y mira con una leve sonrisa a Michel que está haciendo su mejor esfuerzo por seguir los pasos de su hermana.

—¿Por qué no se lo dices de una vez? —Pregunto en un leve susurro para que la conversación sea sólo de nosotras dos.

Nunca lo ha admitido pero en parte, todos los sabíamos. Le gusta Michel joder, se nota en como lo mira y en como se sonroja cuando entablan conversación.

Mis celos de la fiesta me hicieron pensar de que tal vez no era así pero verla con esa mirada hacía el hermano de mi mejor amiga solo hace que esté más segura de sus sentimientos.

A pesar de que Sara no tiene mucho tiempo para hablar de estas cosas ya que su trabajo la absorbe por completo, la considero mi amiga y me apetece que me hable de sus sentimientos y también contarle bien lo de Jaden ya que ninguna hemos tenido tiempo para hablar de ello.

El deseo de odiarte por siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora