45. La traición.

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Esto no puede estar pasándome a mí.

¿Cuáles son las putas probabilidades de que mi profesor de boxeo y ahora amigo sea el primo de Jaden?

Joder, hemos estado toda la semana hablando de la misma persona sin saberlo.

Salir corriendo de este maldito sitio es lo que más me apetece en estos momentos. No me puedo creer que ni aun intentando alejarme de él, siempre haya algo que nos una.

No puedo escuchar de lo que hablan, tengo la mirada puesta en el suelo, con la cabeza en cualquier otro lado menos aquí. Escucho como mi corazón late con fuerza sobre mis costillas, escucho mi respiración como pasa de estar calmada a algo más agitada.

—¿Hablamos mejor fuera? —La voz de Axel me saca del trance y lo miro para después mirar de nuevo a Jaden.

Tiene los brazos cruzados bajo su pecho y no aparta la mirada de mí. Las luces de la discoteca hace que no pueda observar su rostro con claridad ¿se le habrá curado la herida de la ceja?

Está serio y parece enfadado, mantiene la mandíbula apretada y me doy el gusto de verlo así.

Asiento y comienzo a andar hacia la salida, pasando por el lado del pelinegro mientras lo miro de arriba abajo.

Está arrebatadoramente guapo, el negro le queda jodidamente bien.

Ambos me siguen y cuando el ruido de la música queda atrás y el aire fresco me acaricia la piel, la voz de Jaden es la primera en sonar.

—¿De qué os conocéis? —Suena impaciente, suspiro e intento mostrar la máxima indiferencia posible.

Me apoyo en la pared que hay al lado de la puerta y saco un cigarro que le he robado a Desi hace unas horas.

No estamos solos, hay más personas fumando, hablando o simplemente tomando el aire mientras hablan animadas.

Enciendo el cigarro y doy una calada intentando que no se me note el temblor de mis manos.

Espero a que sea Axel el que contesta.

—Le doy clases de boxeo. —Dice sin más.

—¿Te has apuntado a clases de boxeo? —Ahora me está preguntando a mí y parece sorprendido.

Asiento con la cabeza y pongo los ojos en blanco.

—Me imagino que tu cara es el saco. —Suelto sin más y vuelvo a fijar mis ojos en su rostro.

Se me cae el alma a los pies cuando veo que donde Luca le dio el golpe se ha formado un pequeño moretón, el corte parece cerrado pero lo que más me preocupa es su labio. Tiene el lado izquierdo del labio partido y parece reciente. —¿Qué te ha pasado? —Pregunto incapaz de contener mi lengua.

—Se ha...

—Nada que debas saber. —Interviene Jaden interrumpiendo a Axel y echándole una mirada furiosa.

Trago saliva. Más secretos, genial.

—Jaden. —Comienza a decir su primo, su tono de voz ha cambiado, ahora es serio y toda broma ha desaparecido de él. —¿Es ella? —Pregunta.

Jaden asiente y veo como Axel palidece. Niega con la cabeza y comienza a moverse de un lado a otro de forma nerviosa.

—¿Me podéis explicar que coño pasa? —Mi paciencia está al límite, quiero saber que cojones está pasando.

Pero parece ser que no quieren hacerme caso.

—¿Se lo has ofrecido? Dime que no lo has hecho Axel. —Jaden comienza a respirar más rápido y veo el terror en sus ojos.

El deseo de odiarte por siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora