39. Conversaciones.

549 22 26
                                    

Todos me miran, expectantes por saber que cojones ocurrió ayer. Cojo aire y me lanzo al precipicio de cabeza.

—Lo que pasó ayer...no quiero que vuelva a pasar. —Digo mirando a Luca que está con los brazos cruzados mientras me escucha. Todos se mantienen en silencio, así que decido continuar. —No confiaste en mis palabras. Te dije que él no me hizo nada y aún te abalanzaste contra él.

—Te hizo daño. —Suelta de repente, como si no hubiera escuchado mis palabras.

Las palabras de Jaden, su respuesta a mis sentimientos me hicieron daño, pero eso ocurrió después de aquel puñetazo.

Antes de eso fui yo la que no quise admitirme a mí misma lo que sentía, no quise dejarme llevar y ahora que sé que él tiene motivos para no poder hacerlo también, no puedo recriminarle nada.

Que sí, que sólo quiere follar, que nunca llegará a quererme como yo lo quiero a él y a pesar de todo eso, quiere mantenerme alejada de él, de Amanda y de todo lo que pueda hacerme daño.

—Somos así, nos hacemos daño el uno al otro. —Explico. Porque es así. Jaden suelta algún comentario para enfadarme y yo intento superarlo. Somos droga el uno para el otro, pero también somos veneno.

De nuevo, vuelvo estar defendiéndolo ante todos. Dejando claro cuales son mis sentimientos otra vez.

Luca suspira y bebe de su bebida. Mis amigos no quieren intervenir, no todavía.

—¿Entonces que pasó? ¿Por qué querías irte? —Christian me miraba, esperando a que soltará la bomba. Él lo sabía, es observador, analítico.

Puede ser bromista, parecer incluso tonto, pero es de las personas más inteligentes que conozco.

—Por Isabella. Todo lo que pasó fue culpa de ella. —Lo suelto sin dilación, sin resentimiento.

A pesar de querer tener una conversación con ella antes, quiero que mis amigos lo sepan. Quiero que sepan que Jaden no hizo nada que yo no quisiera.

Veo como cada uno se asombra, veo la sorpresa en los ojos incluso Luca parece sentirse algo culpable. Pero Christian asiente en mi dirección, dándome a pie para continuar.

—Ya no es un misterio que pasó algo entre Jaden y yo, se encargó de dejarlo bastante claro. —Comienzo. Luca aprieta la mandíbula mientras fija la mirada en los hielos de su bebida. —Algo que yo quise también. Aunque después nos dimos cuenta que no podíamos seguir. Por eso parecíamos tensos el uno con el otro. —Explico para que quede claro.

—¿Por qué no podéis continuar? —Pregunta Michel, curioso.

—Porque yo no estaba preparada y él, bueno. —Me detengo. ¿Cuál es el verdadero motivo por el que Jaden no puede dejarse llevar? Sé que Amanda tiene algo que ver, ahora lo sé. Sus sentimientos no tienen nada que ver aquí, él no siente nada por mí, sólo quiere que follemos. —Parece que él tampoco. —Contesto finalmente.

—¿Y qué tiene que ver Isabella en todo esto? —Pregunta Sara.

—Después de contarle lo que pasó con Jaden, estuvo detrás de él todo el día, ignorándome por completo. Mientras hablaban escuché como se le insinuaba.

El recuerdo de aquellas palabras hacen que me den ganas de vomitar lo poco que llevo en el estómago. El enfado, la decepción y la traición llena cada habitáculo de mi alma.

—No me jodas. —Suelta Sara sorprendida.

Luca no dice una palabra, sigue con la cabeza baja, incapaz de mirarme. Sabe que se ha equivocado, o al menos, eso es lo que quiero pensar.

El deseo de odiarte por siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora