Cap. 53

124 10 0
                                    

[5 meses después]

LISA

—¡Qué rápido pasó el año, ¿no? —comenté, dejando escapar un suspiro cargado de nostalgia mientras jugaba con sus dedos entre los míos.

—Lo sé, pero fue un buen año, ¿no crees? —respondió Jennie, con una sonrisa que iluminaba su rostro—. Cumplimos dos años de relación y, ayer, ¡por fin te graduaste! En tres meses empiezas en el hospital de tus padres, y yo cumpliré un año trabajando con el mío —agregó, su tono rebosando de orgullo.

—Sí, fue un gran año. Estoy muy orgullosa de ti, cielito. En tan solo un año has llegado a la cima. Ahora eres una diseñadora reconocida en Dellin De Ruby —le dije, acariciando suavemente el dorso de su mano, intentando transmitir todo lo que sentía con ese simple gesto.

Ella rió suavemente, bajando la mirada antes de contestar:

—Gracias, mi amor. Yo también estoy orgullosa de mí misma —dijo, con un brillo en los ojos—. Aunque siempre intenté evitar las cámaras, ahora es casi imposible. Pero más allá de eso, también estoy súper orgullosa de ti. Te graduaste con honores, ¡vas a ser la mejor doctora del universo! —exclamó, antes de lanzarse sobre mí, envolviéndome en un cálido abrazo.

La rodeé con mis brazos, acariciando lentamente su cabello sedoso mientras me reía entre dientes.

—Haré lo mejor que pueda —murmuré contra su cabeza—. Pero dime, ¿lo de las cámaras te agobia mucho? Sé que no soportas cuando hay tanta gente y esos flashes que te siguen a todos lados.

Jennie suspiró y, por un segundo, noté cómo sus hombros se tensaban antes de relajarse de nuevo.

—A veces es horrible, me siento atrapada, como un ratón sin salida... pero supongo que tendré que acostumbrarme, más ahora que mi padre piensa retirarse y dejarme la empresa —soltó de golpe.

Me separé un poco para poder mirarla a los ojos, sorprendida por la revelación.

—¿Estás hablando en serio? —pregunté, tratando de procesar la noticia—. ¡Eso es increíble, amor! Me da tanto gusto por ti. Sé que lo harás increíblemente bien —le dije con convicción, inclinándome para darle dos besos rápidos y suaves en sus labios.

—Tengo un poco de nervios, pero sé que todo va a salir bien. Tengo las herramientas necesarias y, lo más importante, a ti. Siempre me das fuerzas cuando lo necesito —respondió Jennie, acercándose de nuevo para besarme. Sentí su amor en cada roce de sus labios contra los míos.

Me reí suavemente y le acaricié la mejilla.

—Siempre estaré aquí, amor. Tú haces lo mismo conmigo, y lo amo. Pero ahora... —dije, apartándome lentamente mientras una sonrisa maliciosa se formaba en mi rostro—. Tienes que levantarte. Es hora de ir a trabajar.

—¡No quiero! —se quejó, arrugando la nariz y haciendo un puchero adorable que casi me hizo dudar.

—Tienes que hacerlo —le respondí, dándole un beso en la frente antes de rodar los ojos—. Yo también tengo que irme. Rosé debe estar por llamarme, y no quiero enfrentar a Chu toda histérica cuando no llegue a tiempo.

—Entiendo, Lili —dijo Jennie, estirándose en la cama con pereza antes de levantarse lentamente—. Jisoo está preocupada, ¿no? Rosie ya tiene seis meses, y con esa hermosa panza no puede hacer casi nada.

—¡Exacto! —respondí, justo cuando mi teléfono empezó a vibrar. Lo levanté, mostrándoselo—. Te dije que ya estaba llamando...

Jennie se rió y se encaminó hacia el baño.

Destinadas a ser. (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora