Cap. 15

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LISA.

Me encontraba en la cafetería, rodeada por el suave murmullo de voces y el olor tentador del café recién hecho. Mis ojos apenas se mantenían abiertos; el sueño me arrastraba hacia un abismo que solo un café bien cargado podría salvar. La noche anterior había sido un torbellino de palabras y risas enredadas con Bibi. Nos despedimos al amanecer, después de intercambiar números, cuentas de Instagram y Twitter, sumergiéndonos en una conversación que se sintió como un susurro compartido en la oscuridad.

"—¿Por qué te dicen Bibi? —" le pregunté en un momento de la charla, curiosa por el origen de ese nombre que parecía guardar un secreto.

"—Es el nombre que quiero llevar cuando me convierta en una famosa cantante de K-pop — "respondió con una mezcla de timidez y determinación. Y no pude evitar sonreír, imaginándola en un escenario, iluminada por miles de luces, su voz resonando en cada rincón.

Su talento no era un secreto; me compartió algunas de sus canciones, y mientras las escuchaba, pude sentir la pasión y el potencial que tenía. En cada nota, en cada palabra, había algo especial, algo que me hizo desear con todo mi corazón que alcanzara su sueño. Y si no lo lograba, tenía un plan B: convertirse en chef, como su padre, un hombre reconocido en el mundo culinario, o quizás seguir los pasos de su madre, una respetada maestra en una de las mejores universidades de Seúl. Vivía en Itaewon, a solo una hora de donde yo vivía. Quedamos en vernos de vez en cuando, aunque la distancia no era nada comparado con la conexión que habíamos establecido.

Hablar con ella me llenó de confianza; le mostré algunos de mis poemas y fotos, esperando no parecer demasiado vulnerable. Pero ella, con ese sentido del humor tan suyo, me animó, diciendo que tenía talento, que no debería dejarlo pasar. Me sentí atraída por su carácter, por su forma de ser tan educada, respetuosa y, a la vez, increíblemente divertida.

—Lisa, ni siquiera notamos cuando saliste del salón —dijo Dae mientras se acercaba junto a Rose.

Me volví hacia ellas, aún sosteniendo mi café con ambas manos, como si fuera un salvavidas.

—Lo siento, necesitaba esto con urgencia —respondí, levantando el vaso antes de darle un sorbo profundo. El líquido frío me recorrió la garganta, despejando un poco el sueño que se aferraba a mis párpados.

—¿No pudiste dormir bien? —preguntó Rose, su voz suave, llena de preocupación.

—Dormí muy poco, pero valió la pena. Me quedé hablando con Bibi gran parte de la noche. Nos conocimos un poco más —expliqué, dejando que una sonrisa se extendiera en mis labios al recordar la conversación.

—Cierto, lo olvidé. A decir verdad, creímos que solo sería algo de un fin de semana, pero parece que hay interés. Me alegro por ti —dijo Dahyun con una sonrisa sincera, que solo se amplió cuando Rose añadió:

—Sí, yo también. Ojalá que más adelante se dé algo.

Sentí que mi corazón latía un poco más rápido con esa posibilidad, pero no quise apresurarme.

—Pues a ver qué pasa. ¿Vamos al jardín? —sugerí, queriendo cambiar de tema, pero también deseando la tranquilidad del jardín.

—Sí, ya deben estar allá las chicas —dijo Dahyun mientras comenzábamos a caminar en dirección a nuestro lugar habitual.

[...]

JENNIE

Estábamos Jisoo, Momo y yo en nuestro sitio de siempre, esperando a las chicas. Desde ayer no había hablado con Lisa, y esa distancia me preocupaba, aunque intentaba no mostrarlo. En cambio, había pasado el tiempo intercambiando mensajes con Zanic. Era extrovertido, su sentido del humor me hacía reír de una manera que pocos lograban. Teníamos cosas en común, y eso me gustaba, pero en el fondo sabía que lo nuestro no pasaría de una amistad. La distancia era un obstáculo que no estaba dispuesta a superar, aunque su amistad me era suficiente.

Destinadas a ser. (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora