Cap. 55

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[3 Meses Después]

LISA

El tiempo definitivamente vuela. Mañana, por fin, me presentaré a trabajar. Pensé que estos tres meses de espera se me harían eternos, pero fue todo lo contrario. Estoy emocionada y espero que todo salga bien para poder dar lo mejor de mí.

Por otro lado, a mi nini le está yendo genial con su empresa. Aunque casi no tiene tiempo para ella ni para mí, sé que lo intenta. Hay días en los que tiene que viajar a Miami, y aunque no me quejo, sabía que esto sería así por unos meses, al menos hasta que tenga todo bajo el control que quiere. Está dando su mejor esfuerzo, y eso me llena de orgullo. Siempre consigue lo que se propone, sin importar lo que le cueste.

[..]

Secaba el cabello de Rosé después de ayudarla con su baño. Para algunas cosas claro, para otras simplemente giraba la vista, esperando a que me pidiera girar nuevamente.

—Supongo que me quedaré a dormir —le dije, tratando de sonreír.

—¿Jennie tampoco va a llegar a casa? —preguntó, la preocupación asomándose en su voz.

Jisoo no volvería hasta la madrugada o incluso hasta el día siguiente. Tenía una cirugía de corazón abierto y mi Jennie había tenido que volar a Miami de urgencia por un asunto de la empresa.

—No, ahora mismo debe estar en la oficina en Miami. Vuelve mañana por la mañana o por la tarde. Quedó en avisarme —expliqué, sintiéndome un poco desanimada.

—Lamento ser un impedimento para que puedas viajar con ella. Estos tres meses solo te han visto cuidándome —admitió, su expresión cargada de culpa.

—No, no es tu culpa. Aunque pudiera ir con ella, solo estaría en su apartamento esperando su regreso. La verdad es que no la he visto tan seguido como antes, o como quisiera. Llega, come algo, se da un baño y apenas me cuenta su día antes de caer rendida. Por la mañana, despierto y ya no está a mi lado. Ni siquiera se despide, solo me manda un mensaje después —suspiré, sintiendo el peso de la soledad.

—Sé lo difícil que es eso. Me pasa lo mismo con Jisoo, pero lo entiendo. Ella hace todo lo posible por salir antes del hospital. Si pudiera, lo haría incluso antes de su turno. Y aunque en estos últimos tres meses del embarazo has estado más presente tú —susurró, acariciando su barriga—, sé que ella trata de compensar el tiempo. Aunque su día haya sido agotador, llega a casa feliz y me da cariño. Y a pesar de lo cansada que esté, siempre cumple con mis antojos.

—Eso es realmente lindo de su parte. Ella es así, después de todo. Pero... no me ayudas, jaja —reí amargamente—. Jennie no hace eso. Últimamente, solo recibo mensajes de texto y lo entiendo, sé que está a tope con el trabajo. Sé lo exigente que puede ser consigo misma, de verdad lo entiendo, pero...

—Tú también necesitas un poco de su tiempo —terminé la frase.

—Sí... —hice una mueca—. Pero bueno, dejemos eso. ¿Qué quieres cenar? Puedo hacerte unos waffles o...

—¡Sí! —exclamó con una alegría contagiosa—. Con mucha miel de maple y una bola de helado.

Reí por su entusiasmo, como si fuera una niña pequeña.

—Bien, vamos —la ayudé a levantarse de la cama para bajar a la cocina.

—Se supone que Momo y Dahyun vendrían en un rato —me comentó mientras caminábamos.

—Ya sabes cómo es Momo y su impuntualidad —dije, bromeando.

—¿Yo? ¿Hablando mal de mí a mis espaldas? —Y como si la hubiéramos invocado, Momo apareció en el living.

Destinadas a ser. (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora