Cap. 13

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JENNIE





Desperté y, al estirar mi mano hacia el otro lado de la cama, noté el frío espacio vacío donde Lisa solía estar. Un suspiro escapó de mis labios mientras me incorporaba, sacudiendo de mi mente las imágenes de la noche anterior. Recordé cómo la había visto, tan despreocupada en su bóxer y top, y cómo mi cuerpo había reaccionado, un temblor inexplicable que me había recorrido entera.

— Jennie, deja de pensar en eso —  me ordené en un murmullo, tratando de convencerme de que solo había sido un momento de vulnerabilidad. Al menos logré que se sintiera cómoda, ¿no? Eso es lo que importa.

Con un suspiro de resignación, me levanté y me dirigí al baño. El agua tibia del duchazo ayudó a despejar un poco mi mente, pero las imágenes seguían rondando, incesantes. Me vestí rápidamente, eligiendo un short de mezclilla que dejaba mis piernas al descubierto y un top negro que complementé con una camisa blanca, apenas abotonada justo debajo del busto. Era un atuendo sencillo, pero lo suficientemente cómodo para otro día en la playa.

Al salir de la habitación, me encontré con las chicas, todas ya listas para comenzar el día. Dahyun y Momo irradiaban complicidad, vestidas con sus respectivos vestidos de playa a juego, cada una hermosa a su manera. Dahyun había recogido su cabello en un moño, mientras que Momo lo llevaba en una media cola, suelto y natural. Rosé, por otro lado, vestía un camisón blanco de playa, ligeramente vaporoso, que apenas llegaba a sus rodillas. Se veía serena, casi etérea.

—Hola chicas, ¿descansaron bien? —pregunté con una sonrisa suave, a lo que ellas asintieron al unísono.

—¿Y Lisa? ¿Jisoo? —inquirió Dahyun, su voz llena de curiosidad.

—No lo sé. Cuando desperté, Lisa ya no estaba. Supongo que debe estar abajo, nadando o desayunando —expliqué, notando las miradas extrañas que se cruzaban entre ellas.

—Jisoo tampoco estaba cuando desperté. Tal vez estén juntas —murmuró Rose, su voz impregnada de un ligero tinte de preocupación—. Hay que bajar a ver.

Descendimos las escaleras, y justo cuando llegamos al vestíbulo, vi a Lisa atravesar el pasillo con paso apresurado, como si algo la estuviera empujando hacia la salida que daba a la piscina y la playa.

—A dónde con tanta prisa, parece que acabas de robarle a alguien en la cocina —gritó Momo divertida, su risa llenando el espacio.

Nos acercamos a ella, saludándola mientras Rosé preguntaba por Jisoo. Lisa nos respondió con apenas unas palabras, su mente claramente en otra parte, y luego se marchó apresuradamente hacia afuera, dejándonos atrás, perplejas por su comportamiento.

Nos miramos entre nosotras, la confusión evidente en nuestros rostros.

—¿Y ahora qué le pasará a esa niña rata? —espetó Momo con el ceño fruncido, mientras Dahyun la miraba con una mezcla de diversión y curiosidad.

—Ni idea, pero... ¿era una bolsa de azúcar lo que llevaba en las manos? —preguntó Dahyun, sus ojos centelleando de intriga.

—Eso parecía. Vamos, sigamosla —indicó Rosé, tomando la iniciativa mientras todas la seguíamos hacia el exterior.

Al llegar, vimos a Joan con Lisa, pero lo que captó nuestra atención fue una cuarta figura, una chica deslumbrantemente hermosa que charlaba con ellos. Su presencia irradiaba confianza, y su cuerpo esculpido era una clara advertencia de que esta chica no era alguien común.

Destinadas a ser. (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora