cap. 9

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Durante el trayecto hacia la casa de Rosé, noté que ella estaba visiblemente contenta.

—Vaya, parece que estás completamente enamorada de Jisoo —comenté con una sonrisa traviesa.

—¿Se me nota tanto? —preguntó Rosé, nerviosa y sonrojada.

No pude evitar reír un poco.

—Se te nota claramente que estás loca por Jisoo, y ella también lo está por ti —dije con alegría. Rosé se cubrió la cara con las manos, abrumada.

—Dios, Jenn, no sé qué hacer. Quiero decirle que me gusta y pedirle que sea mi novia, pero quiero que sea especial, no algo simple —se le notaba la angustia en la voz.

—Tranquila —dije, colocando una mano en su espalda—. Primero planifica cómo se lo vas a decir y cómo le vas a proponer ser tu novia. Luego, hazlo y ya. ¿Qué puede pasar? Nada. Ambas se gustan y se nota claramente cuánto se necesitan, y eso es más que suficiente para saber que va a funcionar.

Rosé me miró con sorpresa, frunciendo el ceño.

—¿Jenn? ¿Eres tú? —tocó mi rostro con las yemas de los dedos.

—Sí, boba, ¿por qué lo preguntas? —respondí, quitándole la mano mientras reía—. ¿Qué pasa?

—¿De dónde sacaste eso de "se nota la necesidad que tienen la una de la otra y es más que suficiente para saber que va a funcionar"? —imitó mi tono con curiosidad.

—Osh, deja de hacerme preguntas difíciles —dije, rodando los ojos. —Recuerdas cuando hablaba con Lisa en el parque, ella mencionó que tiene un don para leer a las personas a través de sus acciones, gestos y palabras. Empezó a explicarme por qué no estoy interesada en Tae. Ella notó cosas que yo no había visto. Por ejemplo, observó cómo entre tú y Jisoo y entre Hirai y Dahyun había una necesidad palpable de estar juntos, como si no pudiera haber ni un centímetro de separación entre ustedes. Ella decía que esa necesidad es lo que confirma que el sentimiento es real. Y, la verdad, si sientes eso por Jisoo, ¿cuál es el problema?

Rose me miró asombrada, con las cejas levantadas.

—Wow, Jenn. ¿Entonces por qué sigues esforzándote por sentir algo por Tae si no existe? No solo te lo digo yo, que te conozco desde hace años, sino también alguien a quien conoces desde hace una semana y media —dijo con seriedad, mirándome fijamente.

—No lo sé, realmente no lo sé. Todo lo que dijo Lisa ese día no ha salido de mi mente. Tiene razón, profundiza mucho en los sentimientos. Quizás si continúo hablando con ella, mi perspectiva cambie, ¿no? —respondí, un poco confundida.

—Podría ser, pero me molesta que ahora le hagas caso a ella y no a mí. Te he dicho lo mismo, con otras palabras, pero el mensaje es el mismo. Es injusto que le prestes atención a alguien más en lugar de a mí —Rose cruzó los brazos, desvíando la mirada.

—Oye, no te enojes. No es que no valore lo que dices. Lo hago, créeme. Pero ahora, al no ser solo yo quien lo dice, sino alguien más que también lo ha notado, confirmo más en lo que me has dicho —le expliqué, acercándome con un gesto de arrepentimiento.

—No te preocupes, no me molesta. Solo asegúrate de pensar bien las cosas y dile a Tae que no estás interesada, para que dejes el tema de ser novios —dijo, abriendo la puerta del auto. —Mañana, ¿pasas por mí? —preguntó, dándome un beso en la mejilla.

Destinadas a ser. (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora