CAPÍTULO 22

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Mel

Me llego una caja al hospital, tuve que abrirlo cerca de papá y tratar de no gritar por la emoción, jamás creí que lo haría de verdad y ver que era enserió lo que dijo hace una semana me emociono.

La caja traía fotos de una isla preciosa, una copia del título de propiedad que no me tome mucho tiempo en revisar porque empecé a ver las fotos, la isla ya tiene una casa y cada detalle me encanta; también venían unas llaves–obviamente es algo simbólico– veía las fotos una y otra vez con tanta concentración que no note cuando papá terminó sus terapias y se sentó junto a mi.

–Que isla más bonita, ¿Piensas irte de vacaciones?

–Lo haré cuando tu estés mejor.

–Puedes irte desde ya, sabes que en unos días me podré ir de aquí y no quiero que pases tus días con este viejo.

–Jamás te dejaría así, aún falta que te recuperes y aún tengo trabajo que hacer.

–¿Iras sola?

–No, iré con alguien.

–¿Podré conocerlo?

–Papá necesito hablarte de eso, el es...

–Mel, necesito que salgas un momento

–Maldita sea, ¿por que interrumpen?

–Es el señor Enzo, quiere verla.

–Papá vuelvo en un momento.

–Tranquila, seguiremos luego.

Salí de la habitación y el tipo que nos interrumpió camino adelante, guiándome hasta donde me espera Enzo. Al entrar en una sala vacía lo note molesto, retrocedí por instinto pero choque con el idiota que me trajo.

–¿Donde estuviste los últimos dos días? Y no mientas Mel, sabes que me enteraré de todo.

–Fui a Montreal, debía presentarme en la oficina y si quieres pregúntale a mi jefa.

Rápido se acerco a mi y me tomo del cuello, odio sentir miedo por el pero más aún odio que siga respirando. Me corto la respiración pero no hice intento por defenderme o forcejear.

–¿Como voy a preguntarle? Eso sería algo estúpido, pero si yo descubro que no estuviste ahí te vas a arrepentir maldita bastarda.– Me soltó se manera brusca y me dio la espalda.

–¿Por que tanto interés?

–Camille, alguien secuestro, la golpeó y tuvo el descaro de pedir una recompensa y burlarse de mi.

–¿Y crees que yo haría todo eso? Mi tiempo vale mucho como para estar jugando a los secuestradores.

–Tu no vales nada, no eres importante para nadie y nunca lo serás.

–Eso es lo que tu crees.

–Deja de retarme Mel, deja de hacerlo oh..

–¿Oh que? Papá ya despertó ya no tienes con amenazarme, no puedes desconectarlo ahora.

–No me provoques, aún puedo hacerte daño.

–Inténtalo, Enzo.

–Vaya, a la bastarda le salieron garras.

–Cállate, no me sigas jodiendo que yo no tuve nada que ver con el secuestro de tu niñita, ojalá que te hubiesen entregado su cabeza en una caja.

El levanto la mano, sabía que la bofetada sería fuerte pero no cerré los ojos, no me cubrí el rostro ni me aparte. La esperaba con ansias, quería que me golpeará pero el golpe no llegó. Papá estaba frente a mi sosteniendo el brazo de Enzo.

–No toques a mi hija.

–No sabes lo que hizo.

–Escuche todo, en este momento me dirás porque la amenazabas con desconectarme.

–No diré nada.

–Lo dirás todo y así como dirás que fue lo que hicistes con Ana y mis hijos.

–Murieron en la cesárea solo Camille sobrevivió.

–¡MIENTES! Habla de una vez.

–Papá el mato a Albert.

–¿Que?

–¡CALLATE MEL!

–No, ya deja de mentir maldito asesino, dile que mataste a su hijo, que no te tembló la mano para dispararle 8 veces a tu propio nieto, que mataste a su familia y también a Dereck. Papá Dereck y Albert, eran Lion y Levi.

–En este mismo instante me dirás todo, papá pero no será aquí, Roger.

Un hombre entró y tomó a Enzo, lo esposo y se lo llevó mientras que el tipo que me había traído salió corriendo del hospital, papá esta molesto y se que es momento de que sepa la verdad, así que saque mi teléfono e hice una llamada.

–Necesito que vayas al apartamento.

¿Pasa algo?

Si, llego el momento, el debe verte.

–De acuerdo, ¿Estas bien?

–Si estoy bien, te veré luego.

El colgó la llamada y me gire para ver a papá, me miraba extrañado y no sabía ni por dónde iniciar.

–Debes venir conmigo.

–Puedo adelantar el alta.

–Solo no me odies.

–Jamás podría odiarte Mel.

–Espero sigas pensando así, cuando sepas la historia completa.

–De acuerdo, escucharé y luego diré si te odio.

–Esta buen, vamos.

–¿A donde?

–Debes conocer a alguien, es importante para ti.

Ludus mendacium  (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora