CAMILLE
No eh podido parar de llorar, el dolor en mi cuerpo se a disminuido, los moretones van desapareciendo. Ya hace una semana que estoy en mi casa, me di de baja de la universidad pues siento miedo de salir, necesito a mi lado a Max pero no responde mis llamadas; solo envío un mensaje diciendo que esta ocupado y le envié una respuesta contándole todo lo ocurrido.
Sander no se aparta de mi, pero la verdad ya estoy harta de él, no lo quiero cerca deseo que se vaya. El hombre que deseo conmigo no está pero se que vendrá y me dará su apoyo como siempre lo hace, Max a su manera me apoya y escucha lo que digo, el me ama.
–Camille, debes comer el doctor dijo que es necesario para que el medicamento no te afecte.– Dijo Sander.
–Quiero que te vayas, mi novio vendrá pronto, el es celoso y no quiero que piense algo que no es.
–Yo una vez fui tu novio, al menos déjame cuidarte.
–El me cuidara, y tu nunca fuiste mi novio solo eras un experimento, fueron cosas de adolescentes no hables como si tuviéramos una gran historia.
–Tienes Razón, te dejaré sola y espero que tu novio te cuide mejor que yo.
–Si, lo hará y ya vete, me tienes harta.
–Mocosa ingrata.
–¡VETE, TU NO ERES MAS QUE UN SIMPLE EMPLEADO, NO DEBES HABLARME ASI!
–Y tu eres un simple estorbo, tu papá no te quiere, tu hermana te detesta, tu abuelo ya no estará más y adivino que seguramente, tu famoso novio tampoco te quiere.
–¿A que te refieres, con que mi abuelo no estará más?
–Vives tan enfrascada en tu mundo, que no ves la realidad; yo no te diré nada pregúntale a tu padre.
Salió de mi habitación dejando la bandeja en mi escritorio, ¿A que se refería? No importa seguro era otra de sus estupideces.
–Hija, tienes visitas.
–¿Quién es?
Papá estaba en la puerta, se veía serio y yo me acomode el cabello y pellizque mis mejillas un poco, para que Max no me vea en mal estado.
–Soy yo–Dijo Max entrando por la puerta de mi habitación y mi corazón latió con fuerza.
–Mi amor–No puede evitar llorar por la emoción– abrázame por favor.
El se sentó en la orilla de la cama y me abrazo, su olor me da las fuerzas que necesito y su calor me hace sentir segura.
–¿Como estas?–pregunto.
–Muy bien ahora que ya estas a mi lado.
El me aparto sutilmente y yo mire a mi papá, el nos veía a los dos. Se notaba enojado y también percibía algo más, como añoranza, así que decidí hablar.
–Papá el Maximiliano, mi novio.
–¿Maximiliano?–Dijo el desconcertado.
–Así es señor, un gusto conocerlo.
Mi novio le extendió la mano y papá la tomó, por fin el conoce a mi familia y con esto puedo seguir visualizando mi futuro a su lado, siendo su esposa y la madre de sus hijos.
–Un gusto conocerte, Maximiliano.
–Papá, déjanos solos por favor.
–De acuerdo, quedas en tu casa Max.
–Gracias, Señor.
El se volvió a sentar junto a mi, yo lo abracé y lo bese. El no me correspondió el beso, en cambio me pregunto detalles y si recordaba los rostros.
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Ludus mendacium (+21)
De Todomanipulador, eso eh sido desde que tengo memoria pero lo hice por el y ahora lo hago por mi, jamás debí dejar que existiera una debilidad pero ahora no hay lugar para lamentos ahora solo es tiempo de enredarlos en su propio juego mental. ...