CAPÍTULO 17

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Camille

Debo lograr que papá deje de querer a Mel, ya han pasado dos días desde que despertó y ella no se aparta de su lado. A mi me ve como una completa desconocida. Ayer me preguntó sobre lo que hago y me dijo que debo ser menos presumida, ¿Presumida yo? Jamás en mi vida eh sido así y el acaba de despertar y ya me esta diciendo que debo y no hacer.

Se atrevió a decirme que Mel es más organizada, más centrada y que yo debía seguir su ejemplo. Fue humillante y grotesco pensar en que debo ser como esa bastarda, por eso salí con mis amigos de fiesta ya que necesito distracción, invite a Max pero obviamente no acepto.

Odia las fiestas y no sabe bailar, así que me dijo que disfrutará ya que igual el tenia mucho trabajo de la universidad y de su empleo. Trabaja haciendo pedidos de comida, me dijo que es un pequeño negocio que empezó hace unos años. Me estaba divirtiendo, bailaba, reía y bebía con mis amigos a los que no veía hace mucho tiempo.

–Cami, no vuelvas a perderte–Dijo sally, mi amiga de infancia–¿Tu novio no te deja salir o que?

–Es tímido, por eso prefiero estar con él ya que no tiene amigos, incluso soy su primera novia y un día será la primera en su cama.

Charlie se burlo, el es un amigo de la universidad. No paraba de reírse y contagio a Sally, ambos reían pero yo no encontraba el chiste.

–¿Es enserió? Camille, solo tu crees que ese chico es virgen.

–Lo es.

–Querida, ese chico es guapo y hasta yo babeo por el, ¿Enserió crees que no iba a aprovechar lo delicioso que esta?

–Charlie, tu eres una zorra que babea por todos los chicos y por eso crees que el no es virgen, es tímido y si es guapo pero evita hablar con los demás.

–Para follar no se necesitan palabras–Dijo Sally– además hay rumores que lo han visto con una chica muy guapa.

–Esas son calumnias, la única chica con la que sale soy yo.

–Un día escuche gemidos en los baños de la universidad, soy una perra chismosa–Charlie empezó a contarnos– así que salí y me quedé cerca al rato salió una chica, no vi su rostro pero si su largo cabello castaño y luego salió Max.

–Eso es mentira–Sus chismes ya empezaban a molestarme.

–Camille, si yo me le ofreciera te apuesto a que me diría que si.

–Sally, el no haría eso.

–Probemos, no tienes nada que perder y si acepta obviamente no lo haré, pero será para que abras los ojos.

–Acepta Camille, te diría que yo puedo ofrecerme pero dudo que sea de mi equipo.

–¿Ahora lo quieres volver Gay?–Dije con ironía.

–Seria un premio para mi especie.

–Comprobar que tan ciertos son los rumores no te hace mala Camille,–Sally seguia insistiendo–pero si te hace una estúpida seguir creyendo ciegamente en el.

–¿Saben que? No haré nada de eso, traicionaria su confianza.

–Lo haremos por nuestra cuenta, y cuando veas que teníamos razón no te vamos a consolar.

–Hagan lo que quieran, yo me largo.

–No te enojes.–dijeron al mismo tiempo.

Ya tenia suficiente, siempre es lo mismo tratan de decirme mentiras de mi novio. Salí del club nocturno y camine a mi auto, hoy manejaria ya que no quería traer chófer y tenerlo a altas horas de la noche esperando aquí afuera.

Conducía a casa, la carretera estaba poco transitada y eso me facilitaba llegar rápido, pero de pronto escuché el ruido de varias motos "Pandilla de motociclistas" los ignore ya que no le hacían daño a nadie, solo paseaban en sus grandes motos.

Uno de ellos se coloco frente a mi auto, otro a la derecha y pronto note que estaba rodeada, empecé a tener miedo ya que no sabía que harían y suplicaba mentalmente de que solo fuera casualidad.

Pero escuche los vidrios romperse, mire por el espejo retrovisor y uno de ellos golpeaba las luces traseras con un bate de béisbol, grite cuando los que estaban a los lados golpearon los espejos laterales. Trate de acelerar pero de nada serivia, estaba rodeada y el que iba adelante avanzo, pensé que podría aprovecha ese espacio pero giro y se detuvo, saco un arma y me apunto obligándome a frenar.

Los demás también se detuvieron y golpearon la ventana hasta romperla, quise llamar a la policía pero me arrebataron el teléfono lanzandolo dentro del carro, mientras el sujeto del arma me apuntaba.

–Bájate, Ahora.

Abrí la puerta y salí despacio, tenía miedo y no tenia con que defenderme nisiquiera se pelear. El tipo que rompió la ventana me tomo del cabello y me puso de rodillas.

–Esta vez, no se nos escapara la princesa.

–No se que hablas.

–Tu hermana logró huir, pero tu no lo harás sacaremos muy buen dinero contigo.

–No, por favor se los suplico, les daré lo que quieran.

–Queremos dinero princesa y tu familia nos lo dará.

Maldita sea, Mel tenia razón ella logró escapar y estos malditos ahora me tenían, me mataran.

–No soy una Williams, no les interesará mi secuestro.

–Mientes.

–No, no es mentira, la otra chica es la verdadera hija de Axel Williams.

–Te llamas Camille Williams, no vengas a mentirnos palomita.

–Soy adoptada.

–Había una adoptada en los registros.

Empezaron a hablar entre ellos, al parecer no sabían quien era la adoptada y por suerte creían que soy yo.

–Dile a tu hermana que no podrá escapar.

–Si, si yo lo diré.

–No, no lo dirás. Lo mostrarás princesa.

El dolor en mi mejilla y la sangre en mi boca me hizo llorar, la patada en mi estómago me dejo sin Aire y más lágrimas cayeron con cada golpe que recibía.

Estaba casi inconsciente cuando alguien se acuclillo frente a mi. Era una mujer pero llevaba una máscara en su rostro, escuche su voz a lo lejos, fría y distorsionada por la mascara.

–Esto no se compara con lo que yo eh vivido, ni con lo que te espera más adelante.

No entendí mucho sus palabras ya que perdí el conocimiento con la patada que ella dio en mi rostro, el mundo se volvió negro y entendí por lo que a pasado Mel estos años, y aun así no me arrepentí.

Ludus mendacium  (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora