Hazzell
A veces tomamos decisiones de las que luego nos arrepentimos, no medimos las consecuencias y no tenemos en cuenta lo que realmente queremos.
A menudo se nos critica por ser egoístas, pero también por no serlo. Hay personas que solo hacen un esfuerzo durante el proceso hacia una meta, pero cuando se alcanza la meta dejan de hacerlo.
No lo entiendo...
¿Por qué a veces perdemos el interés en algo que antes deseábamos tanto?
Tal vez porque no lo deseábamos lo suficiente y solo queríamos saborear la victoria. O quizá por puro egoísmo. Quién sabe.
Me siento como una tonta sentimental, porque me la he pasado comiendo helado, probando las frituras más picantes y viendo películas románticas de puro cliché, pensando en cosas que van más allá de lo absurdo, como, por ejemplo, me imagino esas mismas escenas en la vida real con la diferencia de que me suceden a mí.
No he querido revisar mi celular, todo por mi salud mental que ya está por los suelos, por cierto. Y para colmo, Kian no ha dejado de llamarme ni de enviarme mensajes; no me gusta ser cruel, mas no puedo hacer nada esta vez.
Y fui lo más honesta que pude con él cuando le conté de mis sentimientos, porque seguir mintiéndole hubiera sido peor y no quiero lastimarlo más. Ya le he hecho suficiente daño con decirle que a quien amo es a Draven y no a él.
Kian dijo que ya lo sospechaba, pero se aferró a la creencia de que todo fue un malentendido y que su mente le estaba jugando una mala pasada.
Hace cuatro días se fue a Alemania y ni siquiera me dijo adiós, simplemente se fue como si estuviera huyendo. Así que por esa razón no he querido contestar ni una sola de sus llamadas ni responder a ninguno de sus mensajes. No lo culpo por odiarme, pero al igual que yo, él también se equivocó. Los dos nos mentimos, nos lastimamos y no supimos comunicar las cosas.
— Señorita, abajo la espera una persona, dijo que era su amiga y que tenía que hablar con usted de algo urgente — me comunica Loty, quien se va en cuanto asiento.
Loty es la única persona con la que he podido entablar una conversación un poco más humana, porque el resto del personal parecen robots.
Me levanto de la cama y salgo de mi habitación, y no sé por qué, pero de la nada me invade una sensación de malestar. Es una inquietud rara, a decir verdad. La sensación cobra sentido cuando bajo las escaleras y veo a una persona de espaldas, una persona que, sin necesidad de que se dé la vuelta, ya sé quién es.
¿Qué hace ella aquí?
No le he dicho a nadie que estoy viviendo en la mansión McKight, ¿cómo pudo ella saberlo?
Nora se gira y me mira con una sonrisa sin decir una palabra, luego me da una fuerte bofetada y comienza a gritarme.
— ¡Eres una zorra, Hazzell! ¡¿Cómo pudiste apuñalarme por la espalda de esta manera?! — sus ojos se llenan de lágrimas —. Sabías que Draven me gustaba... — dice casi en un susurro —. ¿Por qué, Hazzell? ¡Maldita sea, ¿por qué me lo quitaste?! ¡ERAS MI AMIGA, MI MEJOR AMIGA!
Me duele la mejilla, me froto con la mano para disminuir el dolor y la miro llena de rabia. Nora se ha vuelto completamente loca, su mirada lo dice todo, parece una psicópata de mierda.
— Draven nunca fue tuyo, Nora — le digo la verdad sin perder la compostura —. Él no le pertenece a nadie, ¿y sabes por qué? Porque no es un objeto, es una persona. Una persona que tiene todo el derecho a decidir con quién estar y con quién no. Draven no es tuyo, entiéndelo de una vez por todas.
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Ramé © [+18]
Teen Fiction[COMPLETA] ☑️ A Hazzell no le gusta pelear, sin embargo, lo hace para sobrevivir a un mundo lleno de injusticias. Es la mejor boxeadora del Black Crow, pero es una pésima estudiante. Draven odia la música y nadie sabe por qué. Todos asumen que por...