Capitulo 8

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Nirelle Pov's.

Una vez que llego a la casa de Alexander me sorprendo por lo grande que es, prácticamente parece una mansion, puedo ver que un alexander con una copa de vino me espera en la entrada.

—No me mencionaste que tenías una mansión — hablo cuando llego a su lado.

— Bueno cuando eres dueño de una cadena de bares— me sorprendo — esto es lo que obtienes — señala su casa.

—Como el bar es tuyo también —me ayuda a quitar mi abrigo.

— Bueno no es divertido si me ves como tu jefe — me guía hacia su cocina, pero los adornos que abundan su casa parecen sacados de un castillo — además de que belcebú debe ser el que sea el malo.

Me siento en una de las sillas que hacen juego con su isla de mármol, muy linda, por cierto.

— Estoy preparando pasta, con tres diferentes salsas — antes de que siga recibe una llamada —sí, trae vino.

Una vez que corta, continúa revolviendo una de las salsas.

—¿Quién más viene? — pregunto con curiosidad.

— Oh no te lo dije — su tuno pasa hacer uno más burlesco — bueno invité algunos chicos que ya conoces, bruno es uno de ellos — toma un sorbo de su vino.

Entiendo su mirada, pero no sé a dónde quiere llegar con esto.

— Mira le debo un favor a bruno, entonces bueno.

—¿Le debes una cena? — no tiene sentido lo que dice, pero es su casa.

— Si algo parecido — saca los platos de una alacena — ven me quieres ayudar a poner la mesa, pensé que podríamos comer afuera.

Me encargo de acomodar toda la mesa solo que no sé cuántos lugares preparar, pero antes de pueda decir algo se escucha que alguien entra por la puerta.

— No mencionaste que vivas con alguien — digo cuando me robo una de las aceitunas.

—Buenoo... — su voz es más dramática ahora.

Me giro cuando escucho pasos atrás, Rhett y Bruno llegan con vinos en sus manos.

— Lo siento por la tardanza — menciona bruno, Rhett deja los vinos en la mesa —. Astor se está estacionando.

Me sorprendo a escuchar su nombre, bueno ahora entiendo por qué desapareció esta mañana.

— No se preocupen — Alexander le entrega una cuchara con un poco de salsa a Rhett.

— Pimienta — es lo único que responde.

— Sabes que no te cobran por palabras — Bruno saca las copas — me ayudas Ire.

Me acerco a él.

— Traje vino blanco — la voz de Astor se escucha antes de que entre a la cocina.

Al sentir su presencia atrás mío, me pongo nerviosa así que no volteo. 

— Ire a poner estos — miro fijamente alexander como si el pudiera contenerme, el me devuelve la mirada con una comprensiva.

Salgo por el ventanal que está a solo unos pasos, acomodo las copas somos cinco asique dos y dos más uno en la punta.

— Espero que no te moleste, que estamos aquí — Bruno sale por la puerta con una bandeja que contiene cubiertos.

—No pasa nada — en verdad no me molestan que estén aquí, me parecen chicos divertidos — deja que te ayudo.

Acomodo todo y Rhett me entrega una de las botellas de vino, puedo ver una pequeña sonrisa, pero es tan efímera que no se si lo imagine.

Un vínculo oscuro (Borrador) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora