Un vínculo oscuro (Borrador)

Capitulo 10

Nirelle Pov's.

Una vez que estoy lista decido bajar, pero antes trato de espiar un poco en el lado opuesto, no se ve casi nada, pero sé que, si avanzo las luces se encenderán, decido mejor bajar, un aroma de carne llega a mi así que decido ir a la cocina.

Cuando doy el primer paso para bajar las escaleras se encienden automáticamente, me sorprende cuanta tecnología puede contener una sola casa, pero también es fascinante vivir así, además de los lujos.

Creci en una familia de clase media, mis padres me dieron todo y yo trate siempre dar lo mejor de mí, bueno hasta hace año y medio que me rebele contra sus órdenes de que debía estudiar medicina. Recuerdo que eran gritos además de mi madre llorando, antes de que oscureciera no lo pensé agarre mis maletas y con los pocos ahorros me fui.

Ellos literal me lo impidieron, pero ya no había vuelta atrás, ya no era mi vida o bueno nose si alguna vez lo fue, siempre pensé que era una especia de agradecimiento dejarlos que tomen decisiones importantes, las cuales solo me correspondía a mí. Como ejemplo si quería estudiar siete años medina, si me parece una carrera interesante pero no sé si es mi lugar.

Mis pensamientos desaparecen una vez que ingreso a la cocina, Astor se encuentra en medio de una gigante mesada de mármol cortando a lo que parecen verduras.

—¿Necesitas ayuda con algo? — pregunto acomodándome a su lado.

— No, pero prueba esto — me entrega un pedazo de carne.

Nose si extrañaba comer comida decente pero sabia delicioso, aun si le faltar algo.

—Mm me encanta — la mirada de Astor se intensifica por mi comentario.

— Hay vino — me señala atrás de él.

Abro la botella y sirvo en dos copas, dejo una a su costado y cruzo hasta el otro lado para poder tomar asiento frente él.

—¿Vas decirme que hago aquí? — aunque debo admitir que su casa me encanta, pero esto es raro, aunque bueno todo se siente extremadamente comodo.

— En la cena — toma un poco de vino.

—Pe-pero es lo mismo o, ¿no? — no le veo la diferencia.

— Entonces puedes esperar — no puede ser — ¿Dónde prefieres comer aquí o en el comedor? —dios esta casa sí que es grande.

—Donde prefieras. Total, ya estas tomando las decisiones — trato de no sonar tan sarcástica.

— Será aquí.

Me doy la vuelta y me percepto del gran ventanal que cubre toda la cocina, no tiene cortinas así que se puede ver un jardín o bueno lo que la luz de la luna deja apreciar. Aunque está llena una gran niebla cubre el cielo, creo que lloverá. 

Luego de un rato acomodo nuestros platos y copas, él toma asiento a mi lado lo que me sorprende ya que esperaba que se sentara dos lugares de mí.

—Ahora si hablemos — mencionó cuando me entrega mi plato.

— Eres muy impaciente. Primero prueba un bocado — ordena.

Revoloteo mis ojos y agarra un poco de la ensalada con carne.

Y dios que rico, trato de que mi cara no sea tan expresiva, pero creo que no lo logró.

—Riquísimo — sonrió — ahora — hago una seña con la mano para que continue.

— Ya que insiste corazón — primero come un bocado. — Bueno, ¿te acuerdas de los hombres del bar? — pregunta y asiento — bien, la cosa es que ellos no pertenecen aquí. Suelen hacer "bromas" — le agrega la seña de las comillas a la palabra broma —pero en realidad mucha gente sale lastimada.