Un vínculo oscuro (Borrador)

Capitulo 33

Astor Pov's

Miro a las brujas y cuando su señal llega avanzamos, primero son los hombres de Asmodeus y luego nosotros, miró hacia donde alexander avanza con sus cuchillos y lanza uno hacía un demonio pelinegro, le da justo detrás de la rodilla y este cae, avanza hacia él, saca su katana y corta su cabeza.

Rhett también elige su presa y va tras él, yo trato de esquivar algunos demonios y tratar de llegar a la mansión, pero en ese momento un demonio tan alto se pone en mi camino e intenta detenerme.

Antes de que pueda poner sus manos sobre mi lo empujo, no cae, pero si da varios pasos hacia atrás, mis ojos cambian dejando ver no solo el rojo, si no que mi lado demonio salió a divertirse, siempre trate de mantener ese lado lo más a raya posible, más cuando portaba la corona, sé que, si no lograba hacerlo, el poder me consumiría.

El demonio vuelve abalanzarse sobre mí, pero esta vez pongo toda mi fuerza en su cuerpo y este cae, no le dejo oportunidad de levantarse que me tiró hacia él y empiezo a golpear su cabeza contra el suelo, él se resiste, trata de agarrar mi ropa, pero soy más fuerte, más rápido al leer sus movimientos, antes de darle un golpe Lucifer aparece y apoya su espada en el cuello del demonio y corta.

— Sigue avanzando — indica mientras me incorporo — te cubro — le doy un pequeño asentimiento y avanzó.

Disparos y gritos se oyen a mi alrededor, la tormenta está en su máximo poder, los rayos caen rompiendo ramas, pero no lastiman a nadie de mi equipo, así que sé que nuestra diosa está aquí.

Deberé de hacer una ofrenda cuando todo esto termine.

Sigo avanzando y puedo ver la entrada de la mansión, al menos veinte demonios se encuentran allí, nos miramos con Lucifer y entendemos lo hay que hacer, Rhett y lucas se unen hacia nosotros, los demonios nos miran.

Un segundo pasa, un rayo cae, tomo una respiración y corro.

Los demonios no se mueven, pero si se alistan para pelear.

Elias Y Efrain se arrepentirán de aver invadido mi casa y aver robado a mi mujer.

Cuando estamos a escasos metros los demonios avanzan, pero Lucifer nos detiene y ellos se detienen.

— Soy su rey, obedezcan — las palabras salen fuertes y claras a pesar de la lluvia — saben cómo terminara esto y lo mal que lo pasaran en el infierno — las caras de ellos no representan miedo, pero sus ojos son diferentes, siempre supe que para leer a un demonio hay que mirar directo a sus ojos.

Ellos no hacen nada, más que solo mirar.

O bueno hasta que uno de ellos avanza, es tan alto como Lucifer solo que la figura de él es de un boxeador.

— Ahora seguiremos a un nuevo rey — dice este, casi que sonríe irónicamente, pero se arrepiente.

Lucifer vuelve a dar un paso y lo hace mientras ríe.

— ¿Creen que son rivales para mí? — sus palabras salen tensas — ¿creen que les tengo miedo? — vuelve a dar otro paso y su rasgo se tensionan más — ¿creen que me ganaran? — otro paso, miro hacia los demonios que intenta retroceder, pero sus cuerpos no responden. Lucifer avanza hasta que está frente a ellos — arrodíllense ante su rey — dice pesadamente, ellos dudan, solo lo miran — ¡Ahora! — grita y hace que caigan de rodillas.

Mira hacia nosotros y nos hace un gesto para que avancemos, pero aun puedo escuchar la voz de Lucifer.

— Se arrepentirán de desobedecerme — otra risa más — disfrutare escuchar sus gritos.