[8]Me estoy volviendo adicta

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Aisha

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Aisha.

A la mañana siguiente...

Fue un poco incómodo dormir con Leo un una sola cama pero al momento de sentír su calor me quede tranquila, me levanté de la cama con movimiento sumamente lentos para que Leo no se despertara.

Camine hacia el baño abrí la puerta y entre, tome su cepillo porque el me dijo anoche que lo podía usar, le coloque pasta dental lo moje y me lo lleve a la boca para empezar a cepillarme.

Al terminar me peine haciéndome una coleta alta y salí del baño, ya Leo se estaba levantando sonreí al verlo levantarse con los ojos cerrados el camino hacia el baño y yo me quedé sentada en la cama a esperar a que saliera.

Aún yo seguía con la ropa que el me había dado para que me la colocará, admito que me veía muy rara con ella puesta pero era un gesto lindo de parte de Leo.

El salió del baño y me miró con una sonrisa.

-Buenas días dormilona.

-¡Dormilona! yo me levanté primero-Reclame.

El se cruza de brazos y me ve juntando los ojos lo mire igual.

-Pero eso no implica que no ronques cuando duermes.

Me quedé callada mientras tenía los ojos como platos.

-Bueno...., eso sí es verdad pero no es todo el tiempo es cuando duermo incómoda.

-Si claro estabas abraza de mi y se veía que estabas cómoda-Esas palabras hicieron que mis mejillas se enrojecieran de forma instantánea.

Baje la mirada para que no me mirara me hice la loca al el estar serca de mi.

El inhaló hondo y salió de la habitación levanté la mirada cunado escuché la puerta cerrarse, me levanté y camine hacia la puerta del baño para mirarme y si estaba como me lo imaginaba.

Roja como un tomate...

¿Que es lo que te pasa?

Sali del baño y escuché mi teléfono vibrar camine hacia donde estaba la mesa y tome mi bolso, agarre el teléfono y mire que era un mensaje de mi madre decía que si hoy me iba a regresar a la casa. No respondí y dejé el teléfono en la mesa salí de la habitación y baje más escaleras, mire a la madre de Leo y sonreí.

Cuando estaba en la cocina me senté en el comedor y Leo se recostó del espaldar de la silla enfrente de mi, el me miró raro y fruncí el seño.

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