Ella cometió un error el cual ya no puede reparar, el cometió un error el cual logra aceptar y no cambiar. Quieren recuperar el tiempo perdido llegando a la conclusión de no seguir más e ir por caminos separados. ¿Cuál es el error?
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Aisha.
Mi mente está pensando en como decirle a mi abuela de que me enamore de un chico que no me quiere de la misma forma, me hiere y no se da cuenta de lo que me dice.
Nose ni como sentirme, aparte que se me salio decirle que estaba enamorada de el como se lo habrá tomado, creo que fue inesperado de su parte.
Marlyn y Aidan están callados desde que salimos de mi casa, desde que le dejé en claro a Marlyn que nada tiene sentido en la vida. Ya casi llegamos a la casa en dónde me crié en dónde crecí, mi segundo hogar un lugar en donde puedo ser yo misma sin mentiras sin preocupaciones y con alguien que si me entiende.
Aidan estaciono el auto enfrente de la casa, pude observar que cambiaron los colores de las paredes antes eran de color vinotinto y ahora son de color naranja, aun así me gusta el color.
Me baje del auto y Marlyn también se bajó mientras que Aidan se quedó dentro, camine hacia la puerta y toque el timbre.
Se escucharon unos pasos desde adentro y una voz que me hace sentir feliz.
—Ya voy Ai espera a que busque las llaves—La voz de mi abuela.
Cualquiera que viera a mi abuela piensa que es mi mamá ¿Por que? Porque todavía es joven apenas tiene 55 años y aparte de que su primer hijo lo tuvo a los 17 es una historia muy larga pero será para otro día, a ella nunca la dejaron estudiar querían que fuera la niña consentida pero ella fue más inteligente se casó para poder estudiar aunque el esposo tampoco la dejo hacerlo.
Mi abuela abre la puerta y su lindo rostro se asoma por completo, camine hacia ella y la abrace le di besitos no la quiero soltar.
—¿Como estás Ai?
—No muy bien abuela.., estoy bien de salud pero no estoy feliz—Ella ladeó la cabeza—Pero me siento contenta al verte y estar aquí.
—Aah y ¿Que te paso para que estés así hija?
Marlyn entra a la casa y mi abuela la mira.
—Con permiso si quiere yo le puedo contar lo que pasó porque se que si ella lo dice va a llorar y pues creo que le dolerá la cabeza.
Mi abuela asiente y entramos todas a la casa, caminamos hasta la sala y nos sentamos en el sillón, yo me senté al lado de mi abuela y Marlyn enfrente de nosotras.
—Bueno empiezo desde el principio ese día que cambio la vida de Aisha.
—Por favor Mar nada de drama—Le reclamo.
—Esta bien nada de drama.
Pasan las horas y ya casi es de noche, desde que estoy parada en la ventana mirando el atardecer se que voy a llegar tarde y el camino a casa es largo, tengo miedo de llegar tarde y recibir un regaño de parte de mi madre.
