Pasado (9 de octubre de 2018)
5:10 a.m. Día después de la pelea.
Y sí, toda pelea manda a alguien al hospital o de seguro a la morgue, y lamentablemente ese alguien soy yo, pero solo fue al hospital, eso espero, mi nariz me quedó doliendo y sangrando luego de dicha pelea, algo de esperarse, ¿no?.
Jack y yo fuimos al hospital y nos quedamos a pasar la noche.
Jack: te sientes bien? -dijo preocupado mientras trataba de verme- ¿te duele la nariz?
Nicole: ¿qué? -dije y traté de escuchar lo que me había dicho Jack, pero no pude-El hablaba y mis ojos poco a poco se iban cerrando, estaba muy cansada y con dolor en la nariz, casi no podía respirar, y algo extraño era que, me dolía hasta el inhalar oxígeno...
1:14 pm
La mañana pasó muy rápido, a las 9:30 salimos del hospital y nos fuimos..
Jack me dejó en casa y se fué, pasé el día escribiendo y luego decidí salir a caminar, tomé mis patines y salí, le dije a Max que no tenia ningún dolor, que quería salir y que volvería en un rato, y también le avisé que sino volvía en una hora que me buscará, y me fui a mi cancha favorita, me puse mis audífonos y patine como nunca.
No podía negar que el patinaje era mi mejor medicina, podía patinar durante horas sin cansarme, y es algo raro ya que este deporte ejercita todo el cuerpo, obvio que causa dolor, más que todo en las piernas, pero a mi no me sucedía eso, patinaba y me imaginaba en una pista de hielo con un atuendo hermoso y un público viéndome, un sueño que algún día cumpliré, la cancha estaba sola para mi, había llegado más temprano que los chicos que practicaban básquet en ella.
Pasaron 15 minutos cuando una camioneta blanca se había estacionado justo al frente de la cancha, me di cuenta de eso y me asusté, no tenia datos para avisarle a Max que estaba en peligro (Venezuela moments), no le tomé importancia, si iba a morir, al menos moriría sabiendo que hice lo que más amo antes de fallecer, luego de unos minutos escuché la puerta de la cancha abrirse, un crujido del hierro de esa puerta sonó muy fuerte avisando que esta estaba moviéndose para que alguien pasara, mi corazón latía a mil por hora pero, no le daría miedo al asesino, no debo tenerle miedo a nada, ni a la muerte ya que es lo más seguro que los seres humanos tenemos, algo paso por mi mente y le dije al asesino:
Nicole: oh, debes estar contratado por el idiota de Camilo, ¿no? -me di la vuelta y miré a los ojos a dicha persona, bajé la mirada y patine hacia el con los brazos hacia atrás- podrías decirle que me superé? O acaso no puede?, que bobo de su parte, un estúpido no puede superar a la mujer que marcó su vida? Tan idiota como siempre, dile que, ¡ya me cansé de sus estupideces me cansé de sus amargas mentiras mediocres! -grite mientras estaba a una distancia del asesino, tome mi agua y salté la corta puerta que estaba a mi lado, mi cuerpo salía muy fácilmente, y yo solo escuche un "!Mensaje enviado nena!"
Y me fui con una sonrisa mostrando todos mis dientes a dicho asesino, este me trataba de perseguir como su única misión, tal vez Camilo me quería viva, pero mi cerebro no sabía lo que iba a suceder.
Camilo: ¡cariño!, así qué te gusta el estúpido de Jack eh? -dijo con una arma en su mano apuntando hacia mí-
Nicole: ¡no sabes lo mucho que me encanta ese papasote! -dije y frené mi cuerpo, y me pare al frente de el con los brazos abiertos- dispárame imbecil, así podré morir y podrás superarme, aunque seguro te matarás a ti mismo para estar en el infierno conmigo, y hacerme la vida difícil.
Camilo: ok -jalo el gatillo y sonrió como nunca-Oh mierda que dije
Continuará..
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Anteriormente Depresiva Ahora Poetisa (Editando)
Teen Fiction"No importa a donde vayas, siempre llevarás algo de mí contigo". Al decirme eso pensé que se refería a algo lindo, un collar, una pulsera o algún objeto con recuerdos a él, pero no sabía lo equivocada que estaba...